viernes, 4 de abril de 2014

El poder de un titular

El pasado jueves participe  con  mi compañera Tania Sánchez en  la charla que se daba dentro de la IV edición de las Jornadas de Marzo, unas jornadas que el colectivo de Filosofía y Letras, José Martí, de la UJCE-Aragón organiza en la Universidad de Zaragoza  y que este año se celebraba bajo el título “Capitalismo, socialismo y democracia”.
Todo discurría con normalidad hasta que un grupúsculo intentó reventar el acto violentamente.
Si impedir el asalto de la biblioteca María Moliner de la Universidad, con intenciones fáciles de imaginar, supone participar en una trifulca, es decir en una riña entre varias personas, me temo que se traslada una valoración sesgada y poco acorde con la realidad.
Si hubiéramos estado en un centro cívico en una de las múltiples charlas que se realizan y somos atacados con violencia con cristales y barras de hierro pero en vez de huir, impedimos el acceso para evitar males mayores a los asistentes, ¿hablaremos de trifulca entre jóvenes o de intento de agresión?
No entiendo esa vara de medir diferente y me asalta la duda de si es porque la organizaba la UJCE, o porque era en la Universidad.
Si es por la primera razón, solo demuestra desconocimiento, espero, y precipitación al dar el mismo valor a los diferentes testimonios de los que allí estábamos, docentes de la universidad, alumnado, cargos públicos de IU, que a un tweet de los vándalos que quisieron a golpes evitar un acto que cuenta con créditos universitarios, que se organizaba por 4º año y que demuestra la solvencia y organización de los Jóvenes Comunistas.
Si es por la segunda, me preocupa aun más. La Universidad Pública es un ámbito donde históricamente se ha defendido la racionalidad y las libertades. Es donde el currículo del alumno se construye con su talento y son menos influyentes las posibilidades económicas de su familia. Bolonia mediante.
En una sociedad donde la violencia tiene múltiples rostros, donde escandaliza más que alguien vandalice un contenedor a que alguien coma diariamente de él, donde más de un millón y medio de hogares españoles sufren la violencia extrema de la pobreza, donde se violentan los derechos de millones de españoles con la negación de derechos laborales y la condena del desempleo, donde el ministro de Economía acusa a Caritas de provocar, equiparar a quienes luchan diariamente por recuperar derechos con quienes hacen del racismo y la xenofobia su manera de vivir es en mi opinión una barbaridad.
La violencia se puede ejercer con un bate o con una pluma, y cuando se persigue el eliminar la resistencia para conseguir un objetivo son  tan dañinos los errores involuntarios, como la pasividad.

lunes, 17 de febrero de 2014

Mentir sobre Cuba en la uni


De vuelta tras mucho tiempo sin escribir por aquí.
Hoy escribo porque quiero compartir con vosotros un email que he decidido mandar a un profe de la Universidad, y es sobre... Cuba, sí, sobre Cuba. Os sitúo:

Este año estoy de Erasmus en Portugal, estudiando en la Universidade Nova de Lisboa. Este primer cuatrimestre he cursado una asignatura llamada Organizational Behavior (Comportamiento en las Organizaciones) bastante interesante y en la que he aprendido muchas cosas que he considerado bastante útiles además. Sin embargo, en un tema de esta asignatura donde se hablaba del concepto de "destructive leader" (líder destructor) se ejemplificaba a este con Fidel Castro y el contexto cubano. Sin entrar a valorar si Fidel y Cuba encajan este concepto, lo cierto es que se vertían en las diapositivas ciertas afirmaciones que no eran correctas, por no calificar algunas directamente de mentiras. Gracias a mi profesor, he leído el artículo científico en que se apoyan estas diapositivas, descubriendo que aún se pronunciaban mayores contradicciones y falsedades. Así pues, me he tomado un tiempo en redactar un escrito a mi profe, una persona muy amable y atenta, en el que argumento porqué no deberían figurar unas diapositivas como estas en una universidad pública como es la UNL. El texto lo comparto con vosotros y vosotras y es el siguiente:


En este pequeño texto voy a tratar de explicar brevemente porqué creo que las diapositivas 19, 20, 21 y 22 del tema “Toxic Workplaces” de la asignatura Organizational Behavior no deberían figurar en el temario.

Estas diapositivas se corresponden con la exposición de Fidel Castro, líder de la Revolución Cubana durante muchos años, como ejemplo de “destructive leader”. La razón principal de escribir esto es sencilla bajo mi punto de vista. Podemos asumir que en una universidad pública se puedan exponer opiniones en un sentido u otro, y que ellas puedan ser discutidas. Podemos asumir que, yendo un poco más allá, tal y como explica Gramsci, los centros de educación (escuelas y universidades) son uno de los espacios en los sistemas económicos donde se genera la opinión general y los consensos que permitan permanecer estable a un sistema, pese a la dominación de unas clase sobre otras. Lo que a mi juicio no se puede permitir es que, en una universidad pública, se argumenten ciertas tesis en base a premisas que no se corresponden con la realidad, es decir, que sean rotundamente falsas.

No voy a entrar tanto en si a Fidel Castro se le puede catalogar como un “destructive leader” o no, pues creo que para eso están más capacitados los profesores, ya que tienen mucho más estudio y capacidades para manejar esta serie de conceptos. Voy a entrar a poner en cuestión, sin embargo, algunos de los argumentos que se dan para justificar que Castro sea efectivamente un “destructive leader”.

El primer aspecto a cuestionar, en la argumentación que se realiza, sería la afirmación “his personalized use of power is seen in the way he enriched himself, and in his lifestyle compared to his citizens”. Al contrario que muchos dirigentes de Occidente, Fidel Castro no posee medio de producción alguno, ni utiliza su posición política para más tarde aprovecharse de ella y lucrarse, como sí es frecuente en países como España con la conocida “puerta giratoria” (ya vieja por cierto, pues Lenin ya hablaba de ella en algunos de sus libros(1)). Podemos afirmar que esto es falso, ya que la revista Forbes tras publicar el supuesto millonario patrimonio del dirigente cubano, recibió el desafío de este a presentar pruebas de su supuesta fortuna, sin que hayan sido aportadas por el momento(2).

El artículo en el que se basan estas diapositivas también habla de “grandiosity”, y entre paréntesis ejemplifica esta característica con el envío de tropas a África y a América Central. Resulta ridículo, e incluso insultante, poner estos ejemplos como señales de “grandiosity”, cuando fueron intervenciones en países extranjeros marcados por la solidaridad entre pueblos, con tropas formadas por voluntarios, y sin ningún tipo de recompensa ni interés material por ello.(3 y 4)

Respecto a su negativa a reconocer errores (unwillingness to admit mistakes) podríamos aportar también una serie de citas y hechos que pondrían en duda esa argumentación, pero tampoco lo desarrollaremos más aquí con el fin de ser breves. Simplemente decir que el proceso revolucionario cubano es de los países que más errores ha reconocido públicamente, pudiendo ser un buen ejemplo los recientes avances y noticias en materia de homosexualidad, transexualidad y demás temas referentes a la comunidad LGTBi.

En el artículo en el que se basan las diapositivas, se llega a afirmar: “Castro's several wives and mistresses report that an ideology of hatred for the United States was a constant theme in his private life”. Es decir, se achaca a temas puramente personales (y además sentimentales) el eventual odio que Fidel puede tenerle a los EEUU. Esta afirmación vuelve a ser ridícula. De ser por un tema personal, quizá Fidel Castro podría tener odio los Estados Unidos por las decenas de atentados de muerte que este país ha realizado sobre el dirigente cubano, llegando incluso a entrar en el Libro Guiness de los Récords por tal razón(5). Pero dejando esto a un lado, las múltiples agresiones del vecino del norte hacia la isla caribeña, como la invasión de Bahía de Cochinos, así como el ininterrumpido bloqueo económico comenzado en 1960, son causas suficientes para que las relaciones entre ambos países obviamente no sean las mejores, y los sentimientos de uno a otro tampoco.

Podemos observar una evidente contradicción en el artículo en el que se basan las diapositivas de este curso cuando leemos lo siguiente: “After seizing power, Castro and his supporters consolidated their authority by swiftly dismantling democratic and social institutions and replacing them with powerful police and surveillance systems to control dissent”. Todo ello después de explicar las grandes desigualdades, la inestabilidad política, la falta de democracia, la corrupción, y la falta de educación y servicios básicos para la población cubana durante la dictadura de Fulgencio Batista. Sinceramente, para ser un artículo científico parece poco serio. No solo no había instituciones democráticas y sociales que desmantelar, sino que gracias a la Revolución que triunfó en enero del 59 estas se comenzaron a crear, empoderando al pueblo y cambiando desde el primer momento las condiciones de vida de las amplias capas campesinas, obreras y populares de la isla cubana, hasta ahora sumidas en la pobreza, el analfabetismo6 y bajo una dictadura corrupta auspiciada por los EEUU.

En el siguiente párrafo, se afirma, sin aportar cita alguna, que: “pre-Castro Cuba ranked third in Latin America in per capita food consumption; today it ranks last”. Si nos atenemos a datos de organismos poco sospechosos de simpatizar con Cuba como la FAO(7), vemos que los niveles de alimentación en Cuba no son en absoluto los más preocupantes de América Latina y el Caribe.(8 y 9)

Tras exponer todas estas razones, y habiéndome extendido más de lo deseado, llego a la conclusión personal de que el artículo en que se basan las diapositivas, si bien explica de una forma muy entendible los conceptos relativos al “toxic triangle”, es absolutamente un compendio de imprecisiones, contradicciones, y en algunas ocasiones, descaradas mentiras a la hora de tratar a Cuba, su pueblo, su historia, y a Fidel. Es por ello que creería conveniente que en futuros semestres las diapositivas que ponen de ejemplo a Cuba y a Fidel Castro en el tema de “destructive leaders” fuesen suprimidos.

Ricardo Arnedo Forcano.




"Desde el punto de vista revolucionario, no importan las
discrepancias; lo que importa es la honestidad con que se opine. De
las contradicciones saldrá la verdad."

Fidel Castro, La historia real y el desafío de los periodistas Cubanos,
3 de julio de 2008


1 Lenin, V.I., El imperialismo, fase superior del capitalismo, pág. 26,
http://archivo.juventudes.org/textos/Vladimir%20Ilich%20Lenin/El%20Imperialismo,%20fase%20superior%20del%20capitalismo.pdf
2 http://www.rebelion.org/noticia.php?id=31597
3 http://www.youtube.com/watch?v=cTkr2EKXFVg
4 http://vimeo.com/81218750
5 http://www.google.com/hostednews/afp/article/ALeqM5h7CgUZpROePj44Nf5kah_Fb7x1PA?docId=CNG.dc7f6f1ac0ff58500fdc086cf79e71ad.231
6 http://actualidad.rt.com/actualidad/view/119953-unesco-educacion-cubana-ejemplo-mundo
7 http://www.rlc.fao.org/es/panorama-2013/
8 http://www.congresobengoa.org/conferencias/el-consumo-de-alimentos-en-america-latina/
9 http://www.slideshare.net/CongresoBengoa/05-teresashamah

martes, 28 de enero de 2014

Los genocidios olvidados



Antes de entrar en materia me gustaría decir que mis intenciones con este artículo no son, ni por asomo, la justificación de los crímenes que se pudieran cometer en la URSS, sino el aportar luz sobre crímenes no tan conocidos. Es indudable que bajo el gobierno soviético (especialmente entre 1918-1945) se produjeron actos de terrorismo de estado, además de otras políticas, que por equivocadas, causaron el sufrimiento de millones de personas. A pesar de que las cifras dadas por Conquest y Solzhenitsin han sido ya catalogadas de absurdas y producto de la Guerra Fría (Solzhenitsin habla de 110 millones de muertos en la URSS entre 1917-1959), no podemos ignorar la gravedad de algunas de estas persecuciones y denunciar su crueldad. Las investigaciones de Victor Zemskov han sido contundentes y definitivas a este respecto, y miden con gran rigurosidad la dimensión de la represión política en la URSS. ¿Reconocer estas cifras implica renegar del socialismo? Yo pienso que no. Es indudable que la represión soviética es en gran parte causada por la propia contrarrevolución, por la invasión de 21 potencias extranjeras, por la situación de sabotaje continuo que sufría la joven república proletaria. Entender y medir las situaciones por su contexto hace que afinemos el análisis, pero existen colectivos de represaliados sobre los que hay un debate fuerte sobre su culpabilidad (entre ellos grandes revolucionarios de la época leninista, como Trotsky, Kamenev, Zinoviev o Bujarin, por no hablar de algunos de sus familiares, que también fueron ejecutados). Entonces, quedando claro que mi intención no es la de exculpar los crímenes que se han cometido bajo la bandera del socialismo, me pongo manos a la obra para hablar de otros crímenes que no son incluidos en la propaganda occidental. 

Razonamiento general

Cuando a la gente se le pregunta acerca de la URSS rápidamente piensa en Gulags, campos de trabajo, fusilamientos, deportaciones a Siberia y otras muchas cosas por el estilo. No piensan en alfabetización, internacionalismo, educación pública, pleno empleo o sanidad de calidad. ¿A qué se debe? Al pensamiento dominante. La mayor parte de la gente piensa que el comunismo es una suerte de teorías necesariamente genocidas, sin embargo, no piensa que el capitalismo es algo ni siquiera semejante. Si en la URSS se producían hambrunas debidas a la sequía, al sabotaje, al bloqueo o a la guerra, todas y cada una de las muertes eran y son responsabilidad del comunismo. Sin embargo, si en el mundo actual, capitalista todo él, existen 2.000 millones de personas anémicas por mala alimentación es culpa de los respectivos gobiernos y su corrupción. ¡Nadie culpa al capitalismo! ¡Nadie culpa al sistema capitalista de producción! Es genial lo que ha conseguido la propaganda. Es un verdadero hito histórico. Pienso que ni Goebbels lo hubiera hecho mejor. ¿Acusamos al sistema capitalista de que existan hoy, en el rico occidente, millones de mendigos? ¿Acusamos al capitalismo del paro masivo en el Estado Español? ¿Por qué el comunismo era responsable de las sequías en su ámbito de dominio y el capitalismo no es responsable de la mendicidad del suyo? Son preguntas que hay que hacerse, de ahí este artículo. Voy a dedicarme a exponer una serie de ejemplos, ejemplos desconocidos para la mayoría social en occidente, pero que si hubieran tenido lugar en estados socialistas serían difundidos día y noche por los propagandistas oficiales.

Reconcentración de Valeriano Weyler

Los españoles tenemos el maldito honor de ser los inventores de los campos de concentración (entendidos como hoy los entendemos). Fue en Cuba, en la guerra de liberación que ese país y su pueblo libró contra el imperialismo español, donde el General Valeriano Weyler impuso su política de Reconcentración. La guerra de 1895-1898 estaba siendo cruenta y el ejército español se veía impotente para sofocar las rebeliones mambises (rebeldes cubanos), estas tropas cubanas contaban con cierto apoyo campesino local, por lo que Weyler optó por aislar a los campesinos del ejército mambí. ¿Cómo hacer eso? Pues convirtiendo el país entero en un campo de concentración fuertemente vigilado, donde los campesinos estaban recluidos en cabañas de guano y rodeados por tropas españolas. La mala alimentación a la que eran sometidos, la insalubridad, las enfermedades y los malos tratos de los imperialistas acabaron con 200.000 cubanos. Esta cifra puede parecer pequeña (si la comparamos con los genocidios más famosos), pero multiplica su tamaño y su horror si la comparamos con la cifra de habitantes de la Isla Caribeña en esa época. Cuba tenía en esos tiempos alrededor de 1.500.000 de habitantes, lo que quiere decir que esas políticas de reconcentración se llevaron aproximadamente al 15% de la población. Estas muertes, en su mayoría de mujeres, niños y ancianos, fueron sistemáticamente planeadas por el imperialismo español, como confirmó el propio Weyer al Alcalde de Güines en 1897 cuando éste se quejaba de la situación:

“¿Dice usted que los reconcentrados mueren de hambre? Pues precisamente para eso hice la reconcentración”

Citamos a continuación el testimonio de José Miró Argenter, español que sirvió a la causa de los patriotas cubanos, en lo referente a la Reconcentración, para mostrar más gráficamente la crueldad de los dominadores españoles. 

"Los reconcentrados devoraban los residuos hediondos del puchero después que la tropa había apartado el caldo y el jamón, relamiéndose a gusto; y a veces las espinas del bacalao podrido, menos escuálido que la gente hambrienta..."



 Genocidio Yanqui en Vietnam

Vietnam se liberó de los imperialistas franceses que dominaban la indochina en los años 50, lo que no imaginaban es que otros imperialistas, los yanquis, iban a dejar en buen lugar a los primeros. El contexto de guerra fría impuso a EEUU la necesidad de impedir que el comunismo se extendiera por el sureste asiático, lo que motivó la invasión en Vietnam. Esta guerra supuso la práctica destrucción de ese país (como ya había pasado con Corea a principios de los cincuenta) además de mandar al matadero a muchos jóvenes norteamericanos (unos 60.000).

El pueblo de Vietnam resistió la invasión bravamente, lo que enfurecía a los generales norteamericanos. Las guerrillas del Vietcong usaban tácticas de guerra irregular, desde colocar minas en mapas dejados en el suelo hasta envenenar el agua de los estanques. Esto hizo que los norteamericanos tomaran la decisión de sacar al enemigo de su escondrijo. ¿Cómo podrían hacer para localizar a los norvietnamitas en una superficie selvática tan grande? Defoliando prácticamente el 10% de las selvas del país con productos químicos cancerígenos fabricados por Monsanto y Dow. 

Se utilizó prácticamente de todo lo que se pueda imaginar, desde napalm, pasando por fósforo blanco hasta agente naranja. Estos productos tenían unos efectos apocalípticos, puesto que envenenaban las cosechas, destruían el ganado y asesinaban a miles de civiles que vivían en el norte. Se arrojaron unos 77 millones de litros de agente naranja en Vietnam, uno de los usos más masivos de armamento químico de la historia de la guerra. La mayoría de los compuestos de este producto se degradan, pero otros son permanentes en el tiempo y aún hoy siguen causando terribles malformaciones en el pueblo vietnamita. 

Se calcula que la guerra de Vietnam causó la muerte de 3.000.000 de vietnamitas, además de otros miles de laosianos y camboyanos. Este hecho, terrorífico en sí  mismo, no impide que los norteamericanos sigan dando lecciones de libertad y de derechos humanos a medio mundo. 



Lord Lytton y el imperialismo inglés en la India

La dominación imperialista de los británicos en la India ha sido brutal. Alrededor de 1870 se produjeron graves problemas en las cosechas indias que unidos a la sequía y a la política de pillaje colonial causaron una hambruna como no se recordaba. Mientras esta situación se descontrolaba y se tenía que abrir fuego contra los asaltadores de grano locales, el virrey de la posesión británica llamado Lord Lytton, estaba organizando la festividad de entronización de la emperatriz Victoria. Cuesta entender la mentalidad humana, pero uno no puede evitar estremecerse al intentar pensar que pasaba por la cabeza de ese virrey para centrar su atención en faisanes y asados lujosos mientras millones de indios se comían a sus hijos. El banquete organizado por Lytton tenía que dar de comer a 68.000 británicos y allegados indios durante una semana, en esa misma semana murieron de pura inanición 100.000 súbditos en Madrás y en Mysore.

El colmo del delirio llegó al ver como los comerciantes, ligados a la corona y a su política de pillaje y saqueo, exportaban a Europa 6.4 millones de toneladas de trigo entre 1877-78. Este trigo podría haber aliviado la hambruna, pero en opinión de los británicos, era mejor usarlo para llenar sus bolsillos. A continuación, para ilustrar más fielmente la situación, vamos a reproducir un testimonio directo:

“Después de un par de minutos de búsqueda, encontré a dos perros que mordisqueaban el cuerpo de una niña de unos 8 años de edad. Lo acababan de atacar y apenas le habían desgarrado una pierna, pero el cadáver estaba tan enormemente hinchado que solamente era posible decir que se trataba de un niño si se veía la figura completa. La visión y el olor de la localidad eran tan repugnantes, y los perros tan peligrosos, que no me quedé a buscar un segundo cuerpo, pero sí que vi dos calaveras y una columna vertebral que hacía poco que habían sido desgarradas.”

Lo lógico es que ante esta situación los gobernadores y las autoridades británicas hubieran movido algún músculo de su cuerpo, lo cierto es que lo hicieron, para cebarse con vinos y suculentos manjares durante el banquete de la emperatriz Victoria. En un informe posterior a la hambruna se justificaba de la siguiente manera la inacción de los imperialistas:

“La doctrina que afirma que en tiempo de hambruna los pobres tienen derecho a exigir auxilio probablemente nos conducirá a una doctrina que afirme que los pobres tienen derecho a dicho auxilio en todo momento y con ello se pondrán los cimientos de un sistema de asistencia general a los pobres, lo que no podemos más que mirar con seria aprehensión.”

Solo entre 1876-1878 se calculan 6 millones de indios muertos debido a las hambrunas provocadas por el imperialismo inglés, otras fuentes hablan de 10 millones, en cualquier caso la mortandad tan elevada en tan poco tiempo constituye un verdadero record. 



Leopoldo II y el caucho

El imperialismo es consecuencia directa de los capitalistas, es fruto del ansia de materias primas y el acceso a mano de obra esclava. Algunos argumentan que es el propio estado quien envía tropas a conquistar y a robar territorios ajenos, obviando que esos gobiernos están a las órdenes de la burguesía nacional. El imperialismo inglés tuvo sus beneficiarios, también el español o el belga, y no eran las clases populares de esos países (aún cuando de refilón pudieran disfrutar de avances producto de esa colonización). Los verdaderos beneficiarios del imperialismo son los trust, que captan mercados a los que poder colocar sus productos y de donde poder extraer materias primas a precio de risa. 

Entre finales del siglo XIX y principios del XX el imperialismo belga causó uno de los mayores genocidios jamás vistos. El rey Leopoldo II (uno de los grandes patronos del país) adquirió grandes extensiones de tierra ricas en caucho, caucho que serviría para la incipiente industria de la bicicleta y el automóvil, y que le reportaría millones en beneficios, tanto a él como a las empresas belgas que poseía. El reverso oscuro de estos beneficios radica en el régimen despótico y esclavista que impuso a los habitantes locales (zona que hoy ocupa el Congo). La producción de caucho no cubría la demanda mundial de la industria, así que las empresas belgas establecieron el trabajo esclavo de la totalidad de la población nativa, bajo condiciones infrahumanas y con duros castigos por no cubrir las cuotas. Uno de los métodos utilizados era el secuestro de las familias de los obreros, que se hacía efectivo hasta que el trabajador en cuestión no cubriera la cuota, por no hablar de las amputaciones de brazos y manos a aquellos que “holgazaneaban” según los dominadores. Cuando la explotación de caucho ya no era rentable, las empresas de Leopoldo II vendieron el territorio al estado belga, que se tuvo que endeudar para hacer frente a la cantidad demandada por el Rey. 



Conclusión

Los ejemplos que he nombrado aquí son eso, ejemplos, hojas del bosque de la historia reciente de la humanidad. Podríamos citar todas y cada una de las intervenciones imperialistas de EEUU (Chile, Granada, El Salvador, Afganistán, Libia, Corea…etc.) o hablar del imperialismo francés en Indochina y Argelia, pero estaríamos repitiendo el mismo patrón. Lo que ha movido a las potencias capitalistas al genocidio ha sido, fundamentalmente, el ansia de beneficios para sus burguesías nacionales. Tratar de explicar estos hechos acusando a los gobiernos y a su voluntad de dominio es no explicar nada si no se explica la trastienda de la situación, citando a Marx:

"El ejecutivo del Estado moderno no es otra cosa que un comité de administración de los negocios de la burguesía."

sábado, 28 de diciembre de 2013

El aborto, Gallardón y los bolcheviques.





La nueva ley del aborto que ha sido anunciada por el gobierno español estos días ya ha provocado las protestas de diversos colectivos: mujeres, estudiantes, sindicatos, partidos de izquierda y partidos sencillamente no reaccionarios y nacional-católicos. Esta ley ha provocado también algo que no se veía desde tiempos de la dictadura, y me estoy refiriendo a manifestaciones frente a embajadas españolas, cosa que nos recuerda cual es la familia política del partido del gobierno. Algunos dicen que están sorprendidos por esta ley, otros dicen que no esperaban que Gallardón (“el más progre del PP”) se atreviera a tal agresión a la mujer. ¿Se podía esperar otra cosa de alguien del PP? ¿Se puede esperar algo bueno de un gobierno que recorta en dependencia y niega la asistencia a los sin papeles? Yo no me esperaba nada diferente.

La Iglesia en España mantiene aún grandes lazos, tejidos durante la sangrienta dictadura (que apoyaba y que cubría bajo palio), y esta ley no es más que el fruto de estos lazos con el poder. El ministro Gallardón, hijo de un adalid pro-vida de extrema derecha, ha consumado lo que su padre no pudo en su tiempo, y emulando a George Bush vengando a su papá de Saddam Hussein, ha dado una brutal estocada a las mujeres españolas. La ley Gallardón es una ley retrógrada, que nos sitúa al lado de Polonia e Irlanda y nos aleja de las supuestas democracias occidentales, es una ley que presenta a las mujeres como a niñas estúpidas, que las infantiliza y las trata, con ese vocabulario despreciable y machista, de “cuidar”. Que en pleno siglo XXI tengamos que defender que la mujer debe tener derecho a decidir sobre su propio cuerpo debe ser producto de nuestro particular país, pero yo no me resigno a que esto sea una pesadilla.

Imagino cómo deben de sentirse las mujeres de mi España, esas mujeres que estudian, que trabajan en la fábrica, en la tienda, en el taller, en casa, que cuidan a nuestros mayores y a nuestros niños más horas que un reloj, que soportan la cosificación del patriarcado, que ganan menos que nosotros y que encima, tiene que soportar que un gobierno influido por curas y frailes les diga que tiene que salir de su vagina. Es una verdadera vergüenza. Siento profunda vergüenza ajena de mi gobierno, un gobierno sin legitimidad alguna para estar donde está, un gobierno que aplica medidas anti-obreras y que engañó a sus propios votantes. Además, algunos miembros de esta organización mafiosa, con sus trajes caros pagados con sobres en negro, se atreven a decir cosas como: “es que lo llevábamos en el programa electoral”. ¡Es el colmo del cinismo! ¡Es mear en la cara de la gente! Después de recortar todo lo recortable, después de hacer reformas laborales, después de destruir las pensiones, después de aprobar leyes de seguridad propias de dictaduras y no de democracias burguesas, después de negarse a detener los desahucios, rescatar a bancos y amparar a corruptos, nos dicen que “lo llevaban en el programa”.

El título de este breve artículo contiene una palabra que aún no ha sido usada, la palabra Bolchevique. El señor Mayor Oreja decía que el aborto era “cosa de bolcheviques”, intentando insultar a aquellos y aquellas que estamos a favor del derecho a decidir de las mujeres. Veamos que decían los bolcheviques hace 93 años sobre esta cuestión:

“Mientras los remanentes del pasado y las difíciles condiciones del presente obliguen a algunas mujeres a practicarse el aborto, el Comisariato del Pueblo para la Salud y el Bienestar Social y el Comisariato del Pueblo para la Justicia consideran inapropiado el uso de medidas penales y por lo tanto, para preservar la salud de las mujeres y proteger la raza contra practicantes ignorantes o ambiciosos, se resuelve:
“I. El aborto, la interrupción del embarazo por medios artificiales, se llevará a cabo gratuitamente en los hospitales del estado, donde las mujeres gocen de la máxima seguridad en la operación.”

Como podéis ver, señores del PP, fascistas de pacotilla, curitas de misa dominical y lame-cirios con cuentas en Suiza, los comunistas os llevamos un siglo de ventaja en la defensa de las mujeres.

domingo, 1 de diciembre de 2013

El PIB no es feminista





Esta breve entrada pretende desmitificar algunas magnitudes económicas que son presentadas como el mantra de la medición. Las facultades de economía presentan algunas magnitudes o variables como si estuvieran esculpidas en una especie de Sagradas Escrituras económicas, cosa que perturba al alumno y le ciega ante versiones que cuestionan estas verdades oficiales. Hoy vamos a poner un ejemplo muy claro de esto, vamos a tratar de presentar una magnitud muy conocida, el PIB, y vamos a intentar explicar porque no es (ni de coña) perfecta. El objetivo de esta entrada, por tanto, es hacer ver al lector que ni siquiera el lenguaje estadístico o económico escapa de la lucha de clases, pues veremos como estas magnitudes miden unas cosas y olvidan otras de forma intencionada.

¿Qué es el PIB?

A raíz de la explosión de la crisis capitalista los medios de comunicación de masas, fundamentalmente la TV, han ido incorporando lenguaje o “jerga” económica a sus programaciones. El desfile de “expertos” y “economistas indignados” ha sido interminable desde que Lehman Brothers se viniera abajo. ¿Esto ha sido positivo? En cierto modo si, hoy en día un trabajador o trabajadora está mucho más familiarizado con conceptos complejos como deflación, prima de riesgo, ventas a corto, interés interbancario…etc. Pero esta “mejora” en los conocimientos del conjunto de la clase obrera tiene un lado oscuro, pues los conceptos que han aprendido han sido introducidos como variables únicas e irreversibles.

Una de las magnitudes más usadas y repetidas en los medios es el PIB. Siempre escuchamos decir a los expertos económicos frases como éstas: “El PIB tiene que crecer al 2% para que se pueda crear empleo”, “lo más importante es recuperar los niveles de crecimiento del PIB de los años previos al estallido de la burbuja”, “China crece un 8% de PIB anual, su economía va viento en popa”. En general, la gente piensa que el PIB es una magnitud que mide la riqueza del país, es decir, es una suerte de termómetro del bienestar, de tal manera que mientras mayor sea, mejor para todos. Para la gente, el PIB, mide de forma precisa aquello que se produce en nuestro país, aquello que es esencialmente importante, lo económicamente relevante.

Lo cierto es que la idea de la gente se acerca bastante a lo que dice la economía oficial. Los manuales de economía definen el PIB (Producto Interno Bruto) como “un indicador económico que refleja la producción total de bienes y servicios de un país en un tiempo determinado”. Además, el PIB se calcula de la siguiente manera:

PIB = Consumo + Inversión + Gasto Público + (Exportaciones – Importaciones)

Vamos a desarrollar un poco esto. El PIB es todo aquello que se produce (ya veremos que esto no es así) en el interior de un territorio sin descontar los desgastes del capital usado, o sea, todo lo que se genera en España (lo haga quien lo haga) y sin descontar el desgaste de las máquinas, herramientas…etc. Este PIB puede transformarse en otras magnitudes como el PIN (que es el PIB – desgaste de capital) pero esto no es lo importante. Se suele utilizar muy a menudo el llamado PIBpc (per cápita) que no es más que dividir el total de PIB entre el número de personas que habitan un territorio. El PIBpc se suele utilizar muy a menudo para medir los niveles de bienestar, en tanto que a mayor PIBpc mayor bienestar y al revés.  

¿Es el PIB lo que dice ser?

Aquí tenemos el quid de la cuestión, pues el PIB no es, ni mucho menos, lo que pretende ser. Aquellas actividades que el PIB contabiliza son únicamente las que pasan por el mercado y por el trabajo remunerado, olvidando la producción no remunerada y el trabajo doméstico y voluntario (fundamentalmente en manos de las mujeres). Llegamos a la conclusión siguiente. ¿Es que a caso solo tienen valor aquellas cosas que dejan dinero en los bolsillos de los capitalistas de forma directa? ¿Es que el mercado es el único destino de toda la producción de bienes y servicios? Evidentemente no.

La situación es tan absurda que únicamente se puede entender mediante ejemplos: si nosotros cuidamos de nuestra madre de forma desinteresada, es decir, por el simple amor que le profesamos, esta no será una actividad generadora de riqueza ni de bienestar. Ahora bien, si estos cuidados son mercantilizados, es decir, si contratamos a una persona que cuide de nuestra madre, si que será considerado como una actividad merecedora de ser introducida en el PIB. Pongamos otro ejemplo. Si yo cocino un plato de lentejas para mis hijos, este plato no será cuantificado ni valorado como una actividad generadora de riqueza, en cambio, si este mismo plato de lentejas es elaborado por un cocinero, sí que se contabiliza y se considera un aumento del PIB.

Los trabajos de cuidados realizados fuera del mercado no son tenidos en cuenta, a pesar de la trascendental relevancia de los mismos para la cohesión social de los pueblos, mientras que actividades que destruyen el medio son valoradas como un aumento del bienestar de las sociedades. ¿Por qué fabricar de forma contaminante y destructiva genera puntos de PIB y en cambio cuidar de nuestros hijos no? Aquí está el quid de la cuestión.

Si no valoramos estadísticamente o no tenemos en cuenta los trabajos de cuidados o trabajos domésticos (fuertemente feminizados, por cierto) no estamos valorando de forma real la producción de bienes y servicios de un país.