El New York Times, publicó en febrero de este año que Goldman Sachs y JP Morgan Chase (dos importantes bancos) ayudaron al gobierno griego a camuflar y falsear sus informes de contabilidad nacional.
Los griegos manipularon dicha información para poder cumplir los requisitos del pacto de estabilidad y crecimiento, que marcaban unas líneas rojas sobre temas como la deuda o el déficit. Por supuesto yo supongo que estos banqueros no ayudaron a Grecia desinteresadamente, sino que les meterían una buena “astillada” en comisiones.
Lo mas grave de todo esto no es que un gobierno democrático como el Griego haya falseado su contabilidad, ni que los banqueros hayan hecho lo que han hecho (ya estamos acostumbrados).
Lo que no tiene nombre, es que sean estos mismos banqueros que han ahondado en la crisis griega los que ahora pidan rescates multimillonarios (que no olvidemos que no son para Grecia son para ellos) y avales de otras naciones para que el país vecino pueda hacer frente a los vencimientos de su deuda.
Estos comportamientos de la banca no hace falta buscarlos en términos macroeconómicos, si nos vamos a la economía doméstica todos podemos ver paralelismos a esta situación, como aquel típico vecino que fue a pedir un préstamo para el coche y el señor banquero le ofrecía dinero también para un viaje a Australia o para un collar para su mujer. Poco tiempo después la amabilidad del banquero se había tornado en exigencia para que pagase su deuda y afrontase “SÚ” responsabilidad.
Los comportamientos de estos banqueros americanos pueden responder a intereses especulativos en el mercado de divisas debido a que una crisis como la griega pone en serio peligro la credibilidad del sistema monetario europeo (con todo lo que esto acarrea).
¿Están dispuestos estos señores a hundir a un país o a un continente para salvar unos cuantos miles de millones mas?
Lo más divertido de todo esto que a estos banqueros nadie les va a decir absolutamente nada, por cierto, se rumorea que hay más naciones europeas implicadas. De momento lo mas grave que ha pasado es que una sede de JP Morgan a sido incendiada en Atenas, esperemos que el nivel de contestación suba al mismo nivel de la agresión que estos despojos sociales que llamamos banqueros han inflingido al pueblo griego y al europeo por consecuencia.
En Grecia lo que también hay que destacar es la capacidad de movilización de los trabajadores, y toda la caña que están metiendo por allí, ánimo para todos elllos!
ResponderEliminarEl mercado de trabajo griego tiene una gran presencia de funcionarios, y estos por su mayor protección laboral pueden ser mas reivindicativos.
ResponderEliminarSi en España hubiera tanto funcionario como en Grecia, se liaría la de dios.