Vamos a hablar a grandes trazos de la llamada “tasa de plusvalía” que aunque es un tema que ya hemos tocado en el blog, en esta ocasión lo haremos siguiendo algunas formulas matemáticas que ayudan a su entendimiento. Podemos empezar por decir que de la comprensión de esta teoría marxista surge todo el conocimiento económico del socialismo científico y que a través de el conseguiremos entender el funcionamiento del capitalismo como sistema de explotación. Digamos que esta teoría es la base sobre la cual Marx y Engels construyeron su pensamiento económico, a mí al menos me parece esa base, ya que todo el resto fluye de esta consideración del trabajo y del surgimiento del capital y su acumulación.
En primer término partimos igualmente de la mercancía, y nos detenemos a pensar en que condiciones surge su creación, la economía convencional (como vimos en el anterior post) nos dice que el objetivo de la creación de mercancías es la satisfacción de necesidades. Ya vimos que no es cierto y que el verdadero impulso que requiere la producción es conseguir una tasa de beneficio aceptable para el capitalista. Pues situémonos en la piel de este capitalista que examina el comportamiento de la demanda de un bien y junto con los estudios que corresponden decide poner en consonancia unos factores con el objetivo de obtener una ganancia.
¿Qué necesita nuestro capitalista? Necesita un capital, ya que es lo que puede crear la mercancía, y además es algo que el controla en forma de monopolio (por su condición de capitalista), entonces hay que centrar el análisis siguiente en el capital (C).
El capital (C) necesario para la construcción de una mercancía se compone de dos partes; el llamado capital constante (c) que es la parte de las materias primas y la maquinaria introducida en la producción y el capital variable (v) que es la cantidad de trabajo vivo que se incorpora en la mercancía y que es igual al valor de los medios de subsistencia del trabajador. Con esto llegamos a la siguiente ecuación:
C = c + v
Una vez hemos visto la “composición orgánica del capital” hay que mirar bien que produce cada una de estas partes y que recibe a cambio, y aquí es donde radica la esencia de la explotación capitalista. Fijémonos en (c), el capital constante, que hemos dicho que es la cantidad de materias primas y maquinaria introducida en la producción. El capital constante que el capitalista introduce en una mercancía o en un conjunto de ellas es el desgaste de las máquinas y las materias primas además de los productos auxiliares. Por muy cara que sea esta maquinaria solo se contabiliza en el capital constante la parte proporcional amortizada en la mercancía o su conjunto. De todos modos, si quisiéramos contabilizar la totalidad del coste del capital constante no alteraría la tasa de plusvalía en términos de porcentaje. Por tanto cuando decimos capital constante avanzado nos estamos refiriendo a la parte del capital constante que se ha “desgastado” y se ha “introducido” en la mercancía o conjunto de mercancías.
La parte que el capital constante reproduce en la mercancía está representado en su valor y es reestablecido con la venta de esta mercancía en el mercado manteniendo así la alimentación del capital constante. Así que vemos como el capital constante recibe exactamente lo que presta a la producción.
Ahora vamos a hablar del capital variable (v) que es la parte que permite reproducir la mano de obra y la fuerza de trabajo imprescindible para la producción. Este capital variable se distingue del constante en que no recibe a cambio de su contribución a la mercancía todo lo que le pertenece. El capital (v) introducido en la mercancía genera en el mercado la llamada plusvalía, que cuando se analiza el valor de la mercancía en el mercado se introduce dentro del capital variable. ¿Cómo es que la plusvalía es generada por el capital variable? Para ello hay que ver la fórmula anterior un poco más desglosada, tenemos que (p = plusvalía):
C’ = c + (v + p)
Durante la jornada laboral mensual, pongamos de 240 horas de trabajo, el obrero reproduce con su trabajo la totalidad del capital variable (v) que es lo que le mantiene a él con vida (salario). La cuestión es que reproduce está cantidad no con las 240 horas sino con menos, pongamos 100 horas, por lo tanto este trabajador estará trabajando gratis 140 horas al mes que son las que generan la plusvalía en el mercado. Este trabajador a dedicado 100 horas al mes a reproducir en la mercancía el valor (v) que el empresario le da en concepto de salario, pero las 140 horas excedentes son aquellas que el trabajador sigue añadiendo valor a la mercancía (si hablamos en términos de jornadas diarias) o simplemente sigue haciendo mercancías (si hablamos en medidas mayores) de forma gratuita. Por lo tanto vemos que este trabajador no es recompensado por el número de horas que trabaja, sino por las que le permiten subsistir, o siendo más realistas, las que ha conseguido que le paguen con sus reivindicaciones.
Vemos así claramente como es el obrero el que crea con su trabajo la plusvalía, aunque es cierto que el capital constante sigue siendo utilizado en la jornada de trabajo, este, a diferencia del trabajo del obrero es recompensado durante todo su uso mientras que el trabajo del obrero no lo és. Por esta razón incluimos en la fórmula, al lado del capital variable, la (p), porque es generada por el capital variable no recompensado, pongamos un ejemplo de esto último que digo:
“imaginemos una fábrica de tornillos en la que hay 10 trabajadores y 10 máquinas, en esta fábrica se trabajan 240 horas por obrero y por tanto por máquina. Los obreros reproducen en 100 horas el total de sus medios de subsistencia, esto sería el llamado “trabajo necesario” el que les permite vivir, pero ellos siguen trabajando durante 140 horas mas. En estas 140 horas los trabajadores siguen haciendo partes de tornillos y utilizando capital constante que está siendo gastado, por tanto se podría deducir que la plusvalía generada en estas 140 horas de “trabajo adicional” es causada por el capital constante y por el capital variable. Pero esta no es así, ya que en estas 140 horas de trabajo adicional, el capital constante añade un valor que será reestablecido íntegramente en el precio de la mercancía, mientras que el tiempo de trabajo no es retribuido al obrero. El empresario ya se cuidara de integrar en el valor de sus mercancías las 240 horas de funcionamiento del capital constante, en cambio no hará lo mismo con las 240 horas del obrero ya que solo le son necesarias para su reproducción y mantenimiento 100”
Así diferenciando lo que es el trabajo necesario, que es aquel que permite al trabajador reproducir en la mercancía el total de sus medios de subsistencia (v), y el trabajo adicional (p), que es el exceso de horas de trabajo que no repercuten beneficio en el obrero sino que son apropiadas a través del mercado y de la plusvalía por el capitalista, llegamos a la llamada tasa de plusvalía.
P/V
Conociendo el mecanismo de explotación capitalista, hemos de considerar que todos los capitalistas intentan aumentar la productividad (a no ser que haya otros negocios mas jugosos donde reinvertir sus beneficios) ya que de esta forma están aumentando la plusvalía que se apropian. Para aumentar la plusvalía han hecho históricamente tres cosas:
- Aumentar la jornada laboral manteniendo salarios; de esa forma aumenta el número de horas de trabajo que se apropian, siguiendo el ejemplo anterior, imaginemos que no se trabajan 240 sino 300 horas, manteniendo para el obrero el pago de 100 horas de trabajo.
- Utilizar a mujeres y niños deslocalizando al tercer mundo; ya que actualmente no está permitido el trabajo de niños en las empresas industriales desarrolladas se van a naciones donde está permitido y donde la mujer (aunque aquí también cobra menos) es poco más que un objeto para el empresario. De esta forma con los niveles de subsistencia mucho mas bajo podrán pagar a sus trabajadores pongamos 10 horas de las 240 que ellos transfieren al valor de las mercancías, que por supuesto ellos no rebajan de precio. Aumenta de esa forma el número de horas apropiadas en forma de plusvalía.
- Aumentar la productividad con la introducción de revoluciones tecnológicas; las máquinas aumentan la productividad ya que permiten al obrero reproducir sus medios de subsistencia (que son los que le pagará el empresario) en menos tiempo y de esta forma aumenta el número de horas que se dedicará el trabajador a producir plusvalía. Al empresario le interesa que reproduzcamos nuestro salario lo mas rápido posible, si en vez de dedicar 100 horas, dedicamos 50, el número de las horas restantes aumenta respecto anteriormente, es decir, 190 horas.
Veamos como aplicando la formula de la tasa de plusvalía a los casos que hemos hablado aumenta de forma exponencial, a medida que se ponen en práctica dichas técnicas de los capitalistas:
1er caso: 240 horas de trabajo: v = 100 / p = 140 > 1,4
2o caso: 300 horas de trabajo: v = 100 / p = 200 > 2
3er caso: 240 horas de trabajo: v = 10 / p = 230 > 23
4o caso: 240 horas de trabajo: v = 50 / p = 190 > 3,8
No hace falta decir como de rentable es llevar al tercer mundo la producción…
tiene mucho merito lo que estas haciendo ! enserio te lo estas currando mucho, es importante que esta informacion llegue al publico obrero, desgraciadamente no creo que a ese mismo obrero al que intentas ayudar le interese todo esto, el es feliz con las migas que le tiran, i esa es la cruz que tendra que llevar siempre, nuestra clase consiguio acer algunas cosas durante los siglos XIX i XX en la era de los cambios, de las revoluciones, ahora en estos tiempos en los que el capitalismo lleva ya varios años asentado como sistema principal del mundo, lo unico que nos queda es resignarnos, venerar a los que se dejaron la piel para que hoy en dia un 25% del mundo tenga unas condiciones decentes i mirar por nosotros, escalar posiciones, i si algun dia llegamos a ser unos burgueses medios podremos sentirnos realizados...
ResponderEliminarVictor
Lincoln dijo una vez..
ResponderEliminar"no puedes engañar a todo el mundo, todo el tiempo"