La patronal de Guipúzcoa ha hecho un comunicado aceptando como válidas las recetas neoliberales de Angela Merkel, es decir, las que le dictan los mercados, desligar los aumentos salariales a la evolución de los precios y establecer el método de indexación salarial según la productividad de la empresa. Esto a efectos prácticos resulta cargarse los convenios colectivos y bajar el sueldo a los trabajadores españoles y de los países que acepten esta medida, dejándolos desprotegidos contra espirales inflacionarias que ellos no causan (como por ejemplo la especulación con commodities o con materias primas energéticas). La señora Merkel, que cuando viene a España parece que el sol se apaga, es un bulldog neoliberal que ha rescatado bancos alemanes con el dinero del pueblo y encima tiene limitado constitucionalmente el déficit público haciendo un alarde del “pensamiento único”.
Pero vamos a entrar en la propuesta, la de que los salarios han de evolucionar según la productividad del trabajo, que me imagino que se calculara en productividad por hora. Como muchas veces hemos dicho desde este blog, la productividad es algo que se ha usado durante muchos años para enmascarar recortes de derechos sociales básicos, y ahora no es más que eso. Es cierto que en España la productividad es inferior a la de otros países, pero eso no significa que el coste de ese hecho lo tengan que pagar los trabajadores con su sueldo y su salario perdiendo poder adquisitivo. En la época de los pactos de la Moncloa ya se cambió el sistema de indexación salarial para moderar la elevada inflación que había, se empezó a calcular la subida según no la inflación pasada sino la inflación prevista, y si no me equivoco, es el sistema que se sigue utilizando.
Pero la productividad no es más que el número de bienes y servicios que como sociedad somos capaces de producir en un tiempo determinado y con unos bienes dados. Así que hay que mirar tres factores a la hora de hablar con propiedad de la productividad: el trabajador, las horas trabajadas y el nivel de inversión y tecnología dado.
El trabajador español es un trabajador cualificado, aunque pueda parecer lo contrario, tenemos una gran cantidad de licenciados y graduados además de profesionales técnicos y administrativos trabajando por un salario inferior al que deberían obtener y dedicándose a trabajados para los que están sobrequalificados. Esto se debe a que el modelo de crecimiento español de los últimos años se ha basado en sectores de baja calificación de la mano de obra, quedando el mercado cualificado en una posición marginal. Es cierto que tenemos mucha mano de obra no cualificada y que hay que reconvertir, sobretodo personas de mas de 45 años y jóvenes que no han estudiado una profesión (ya sea FP o carrera), pero eso no es culpa de los trabajadores, ya que se forman según el sector que vean con posible ocupación.
El horario laboral en España es el mas intensivo de toda Europa según el Institut National de la Stastistique et des Études Économiques (INSEE), ya que en un reciente informe calcula que en el 2007 en España se trabajaban anualmente 1775 horas mientras que en otros países como Alemania y Francia se trabajan 1432 y 1559 horas respectivamente. Parece ser que el hecho de trabajar tantas horas es algo que no va reñido con producir mas cosas como sostienen muchos patrones de nuestro país, parece ser que habría que reducir y racionalizar el número de horas trabajadas (que realmente son mas) para poder mejorar la productividad.
El tercer factor es el de la reinversión del patrón (o como se dice actualmente, el “emprendedor que crea riqueza y puestos de trabajo”) que no parece ser algo muy demostrable en España. La inversión en la modernización de plantas, la inversión en bienes de equipo, en formación del capital humano, en racionalizar los turnos y no ser tan intensivos ni largos…etc. brilla por su ausencia en nuestro país. En parte porque las grandes empresas españolas compiten con salarios bajos históricamente y quieren seguir haciendo que así sea escudándose en la falta de productividad. El empresario español ha preferido estos años desviar esos grandes beneficios empresariales (que cada vez aumentan mas respecto al PIB, en detrimento de los salarios) a SICAVs, negocios inmobiliarios, pelotazos múltiples o simplemente a embolsárselo, o como en muchos casos a pasado invertir ese sudor y ese plustrabajo en negocios inmobiliarios mas que dudosos, con la complicidad del político corrupto de turno.
Lo cierto es que si los españoles trabajamos mas horas, sobretodo las extraordinarias es por el mísero salario que se paga, y ese aumento de horas trabajadas, junto con la ridiculez salarial hace que la productividad por hora trabajada caiga. Estas razones no existen ni existirán para la señora Merkel ni para la patronal Guipuzcoana del informe que prefieren seguir culpando a las víctimas de la competitividad de la falta de la misma en vez de mirar su propio ombligo y ver donde realmente está el problema, que no está en los trabajadores y trabajadoras de España.
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