Si
os habéis fijado bien, en la televisión (ese aparato ideológico del poder
dominante) ha aparecido últimamente una voz muy distinta a las que se llevan
oyendo desde hace años. Esta voz es la del profesor de la Universidad
Complutense Pablo Iglesias Turrión, conocido por ser el presentador de la
Tuerka y por ser, el que en palabras del Nega, lleva “corbata roja y miradas libidinosas”. Su presencia ha revolucionado
las tertulias políticas del régimen del 78, hasta tal punto que este modesto estudiante
catalán jamás había visto a Isabel San Sebastián o a Eduardo Inda tan
impotentes y nerviosos.
El
estilo de Pablo Iglesias consiste en aparcar conceptos incomprensibles del
marxismo para las masas, palabras que la gente no entendería (plusvalía, tasa de
ganancia, acumulación primitiva, estado burgués…etc.) y substituirlas por otras
más cercanas a los/as trabajadores (ladrones, los ricos, no poder llenar la nevera,
maletines…etc.). Pablo trata de disputar conceptos como democracia y patria a
la burguesía, conceptos agregadores si los hay, y que pueden y deben ser arrebatados a nuestros enemigos
de clase. ¿Es esta estrategia correcta? Bueno, es un debate interesante sobre
el que me gustaría aportar mi granito de arena.
Antes
que nada tenemos que tratar de ver en qué situación estamos los /as comunistas
en España, tenemos que ver que prestigio tiene nuestro discurso entre los/as
trabajadores. No sería exagerado decir que el pensamiento comunista está
fuertemente vilipendiado en España, hemos sufrido y sufrimos todo tipo de
mordazas y persecuciones, reales y mediáticas contra nuestras ideas. Aún hay
mucha gente que piensa que los comunistas han matado a 20, 30, 50, o 100
millones de personas en la historia, piensan que queremos quitarles las casas y
sus bienes, piensan que somos una especie de monstruos come niños que quemamos
iglesias y que queremos perturbar sus vidas. Ante esta situación, al
presentarnos a alguien como un/una comunista, activamos una especie de botón en
su cerebro que le dice: ¡Cuidado! ¡Cuidado! ¡Gulags! ¡Cuba! ¡100 millones de
muertos! ¡Paracuellos!
Como
podréis ver, no es un panorama muy halagüeño. ¿Significa esto que con un poco
de tiempo y una cabeza mínimamente dispuesta a escucharnos no podríamos
convencer a alguien? Evidentemente que no, pero cuando estamos en la TV, ante
millones de espectadores, con un contexto mediático y con un formato de debate
que está preparado para hundirnos y saltarnos al cuello al tratar de defender
nuestros discursos más ortodoxos, no podemos comportarnos como si estuviéramos
con un colega en el bar. Alguno podría argumentar de esta manera: “¿Pero es que a caso tenemos que esconder
nuestras ideas?” Hablar de forma que la gente nos entienda no significa
esconder nuestras ideas, disputar conceptos como democracia a la burguesía y
sus escribientes no es abandonar nuestras ideas.
Yo
no quiero que España tenga a los comunistas más auténticos y mas formados de
Europa en dialéctica y teorías de la plusvalía, yo lo que quiero es que en
España tengamos la posibilidad de tomar el poder, de tener a las masas de
nuestro lado, de que el pueblo confíe en nosotros y en mi modesta opinión Pablo
está colaborando a que esto algún día se produzca.
Muy bonito, pero esque pablo iglesias no es marxista, es más revisionista que el eurocomunismo
ResponderEliminarEn referencia a esta entrada, que Pablo Iglesias dice verdades como puños, sí, pero su discurso no me parece para nada revolucionario.
ResponderEliminarNo sé qué conciencia de clase pretende crear si sus análisis en muchas ocasiones son tan superficiales y tan simples que esos datos que él da se pueden leer en casi cualquier periódico del país, es decir, datos que en verdad la gente ya conoce y no les resulta una agresión.
Me parece bien que le hable en "cristiano" a la gente, pero sus análisis muchas veces son muy someros.
Muy buen blog, me ha gustado mucho. En referencia al mensaje de abajo, el de "no es una crisis, es que ya no te quiero", debería decir "no es una crisis, es que no te quiero ni te quise nunca".
Yo si pienso que Pablo Iglesias es marxista, su discurso, desde luego, no lo es.
ResponderEliminarCristina:
Gracias por comentar. Yo pienso que si que puede ayudar a elevar la conciencia de clase de algunos o algunas, lo cual no implica que compre TODO lo que el dice y sus maneras de decirlo. Gracias por comentar.
¿Qué tiene Pablo Iglesias de marxista? Solo mira el programa de PODEMOS. ¿Si fuese marxista por qué hace tiene un discurso y unos objetivos socialdemócratas? Si es para ganarse a la gente entonces además es oportunista, por lo que vamos de mal en peor.
EliminarPablo Iglesias no es marxista, es importador del populismo chavista, como buen aprendiz solo dice lo que la gente jodida quiere escuchar, como un mesias que los sacará del bipartidismo, no, aquí no se sale con populismo ni demagogia, sino con acciones de verdad y esas acciones se veran truncadas cuando se enfrente a todo el burocratismo español y de la UE.. si tan "revolucionario" es, porque le votan para la UE? en realidad es mas de lo mismo, un oportunista que piensa ser mantenido por una nacion gracias al descontento popular. Un acomodado burgues de academia pasado por la doctrina de un "izquierdismo militarista" por favor, mis abuelos se deben estarse revolcando en sus tumba, por lo demas interesante blog. Saludos desde Venezuela.
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