miércoles, 25 de agosto de 2010

Los aventureros de las ONG

Antes de ayer contemplamos todos las imágenes de los medios tras la liberación de los dos activistas catalanes miembros de la ONG Barcelona Acció Solidaria, de manos de sus secuestradores, según los medios, miembros de Al-Qaeda.

Tras la alegría y tranquilidad que supone la liberación de dos compatriotas, han sido algunas las polémicas que han saltado a la palestra:

¿Debería el Estado hacerse cargo de estas acciones individuales que se deciden tomar por propia cuenta y riesgo?

¿Se debería negociar con terroristas?

¿Deberían llevarse a cabo las acciones solidarias tal y como lo hizo Barcelona Acció Solidaria?

¿En qué medida las ONG, Organizaciones No Gubernamentales, pasan a serlo, ya que su financión económica básica proviene de las subvenciones públicas?

¿Cuál debería ser el modelo para la Cooperación y la Ayuda?

Ante las dos primeras cuestiones podemos encontrar una pluralidad de matices y razones que a muchos no nos conducirían a una conclusión precisa. He leído de algunos autores la opinión de que esta gente si ha decidido ser más aventurero que Tintín, creyéndose Indiana Jones en medio del desierto, el susodicho aventurero debería atenerse a las consecuencias del tránsito por una zona que,se puede intuir sin dificultad, puede presentar cualquier suceso inesperado que pueda incluso poner en peligro nuestras vidas. Por otro lado, pienso que, en virtud de que esas personas son miembros de una nación, ese Estado también tendría que tener el deber de proteger la integridad y el bienestar de sus nacionales en una situación tan adversa como la que se ha vivido, entrando en juego los mecanismos de la política exterior, planteando las opciones para la protección de los ciudadanos que se encuentran en un estado de peligro. El uso de qué herramientas utilizar para para el auxilio, creo, ha supuesto uno de los puntos más intensos de debate, sobre todo a raíz de la comparación con nuestro vecino país. La negociación está vetada por acuerdos internacionales entre naciones en las que figura España. Es fácil aducir entre los personajes encargados de clasificar la escala de amenazas a nuestras vidas terrenales que ante los terroristas ni una negociación ni media, pero ¿acaso alguien no piensa que si el secuestrado fuera alguien cercano y querido no removeríamos cielo y tierra por tenerlo de nuevo de vuelta? Ahí entra el juicio de cada uno en sus prioridades, o lograr la vuelta de nuestros familiares y amigos a cierto precio, o la exposición a un peor desenlace a cambio de la estoica resistencia ante el terrorismo.

Mención aparte merece el catalogar el modo de llevar a cabo su proyecto Barcelona Acció Solidadaria cuanto menos de imprudente, no tomando una serie de medidas previsoras teniendo en cuenta que se iban a desenvolver en un medio radicalmente diferente al que vivimos aquí.

Por otra parte, y respondiendo ya a los dos último interrogantes, es una realidad tácita que las ONG reciben la mayor parte de sus recursos de parte del Estado. Tengo la sensación de que se ha convertido en cierto "hobby" contar con una ONG propia con la que demostrar que somos muy solidarios, a la par que en muchas se comienzan a ver que algunos miembros suyos también cobran por su trabajo en la ONG. A mi entender, la labor en una ONG se debe tratar como algo que se realiza de modo altuistra, donde aportas según tus posibilidades, y que debería estar en gran parte desvinculado del Estado en cuanto que es una acción de cooperación y solidaridad con un sector concreto (si es una ONG pequeña) o en un proyecto de mayor envergadura ( si una ONG de cierta tamaño) atendiendo las necesidades de sectores de la población, tanto de nuestro país como de otros más desfavorecidos, a los que la accción de Cooperación y Ayuda del Estado no llega.

Mi opinión es que sí deben existir, y es un movimiento muy enriquecedor, un grupo de organizaciones que atiendan de modo solidario ciertas necesidades de pueblos, como el saharaui, que la necesitan a consecuencia de una situación a todas luces injusta. No digo que todas la ONG se vinculen con un pueblo que esté desfavorecido a raíz de un problema político, pero los gastos que se inviertan en pequeñas ONG deberían ser contenidos por el Estado para que fuese él el que lo gestionase de un modo optimizador para poder llegar todos los objetivos de cooperación y solidaridad que se marquen, otro problema es que eso tampoco lo hace el Estado de manera eficaz.

Quizá solamente estoy queriendo incidir en que tengo la ligera sensación de la existencia de ciertas ONG compuestas por algunos pijo-progres que se creen muy solidarios y altermundistas por montar una caravana financiada en gran parte con el dinero de todos para lanzarse a la aventura solidaria con poca conciencia de lo que ello supone. Quizá ello lave sus conciencias, pero bajo mi punto de vista, creo que el mundo no se va a arreglar a base de pequeñas acciones de limosnería, sino que el trabajo se debe centrar más en la lucha por lograr una estructura social y económica y orden mundial que logre un estado de la sociedad más justa. Con ello, como he señalado, no indico que la solidaridad sea un valor que no se deba cultivar, pienso que es uno de los fundamentales para la conciencia socialista, pero debe llevarse a cabo de un modo consecuente, conociendo todo lo que implícitamente atesora este valor, teniendo clara la finalidad que queremos darle, y llevándola a cabo del modo más eficaz posible.

jueves, 12 de agosto de 2010

El estado y las perturbaciones

La economia capitalista se mueve a través de fluctuaciones y perturbaciones, auges inversionistas y ajustes contractivos. El estado capitalista contribuye intencionadamente a estos movimientos de expansión del crecimiento y de retracción posterior, se dedica a fomentar la desregulación en épocas de auge y aplica políticas de restricción cuando la economia se vuelve por donde se ha ido. Con esto que he dicho hasta ahora puedo parecer un liberal cualquiera diciendo que el estado es un incordio en la actividad económica, y lo es, pero no en el sentido que lo diría un liberal.

Como todas las cosas, esta conclusión, tiene un reverso ocultado por la economia ortodoxa, esto que los señores Friedman y Soros no nos cuentan es que no es el estado el problema en sí sino el estado actual y las prácticas que consiente y aplica. Las prácticas que el estado capitalista hace son las siguientes y dependen de la situación en la que se encuentre la economia:

- Si la economia se encuentra en una etapa de auge, el estado controlado por los propietarios y poseedores de capital, se dedicará a escupir al pueblo las bondades del sistema y la necesidad de profundizar en reformas que aprieten mas el yugo sobre la intervención y participación del pueblo en la economia. En épocas donde hay un crecimiento económico debido a los buenos comportamientos del consumo y las inversiones (debido a la expectativa de beneficio) los capitalistas intentarán desmantelar los logros conseguidos por la clase obrera con la excusa de que impiden un mayor crecimiento de la renta nacional y del PIB (la llamada competitividad). Y es que en épocas donde la ocupación se mantiene en niveles aceptables y el crédito fluye a las empresas es fácil convencer a todos sobre la necesidad de la desregulación, se nos engañará diciendo que el bienestar crece, cuando lo que está creciendo es la desigualdad, riqueza y beneficios de los capitalistas.

Pero detengámonos a pensar en las consequencias que para el trabajador tienen estas etapas expansivas:

Sin duda, los obreros necesitan trabajo y con un nivel de retribución aceptable, por tanto en épocas donde esto se produzca los trabajadores tendrán la sensación de que el sistema funciona. El problema es que las etapas de crecimiento tienen inconvenientes por todos conocidos y solo sufridos por la clase obrera, el aumento de la inflación (muchas veces debido a la especulación de los capitalistas) y una sobreexposición al crédito bancario. Estos inconvenientes son infinitamente mas dolorosos en la clase obrera y es fácil conocer el porqué.
·Para empezar la inflación siempre afecta mas a un pobre que a un rico, y suelen ser los trabajadores los mas pobres.
·La exposición al crédito del obrero suele estar encaminada a artículos de necesidad o de consumo duraderos (electrodomésticos, pisos) por lo tanto su exposición está mucho mas justificada que no la exposición capitalista. Además, una subida del tipo de interés del crédito afectará gravemente a un obrero mientras que a un capitalista no le supondrá tanto.

Muchos ideólogos burgueses dicen que el capitalismo ha tenido etapas muy buenas para la clase obrera con aumentos de salarios y mejoras de las condiciones de vida, esto es cierto, pero veamos como se debe de enfocar:

·En primer lugar, los aumentos de salarios son concedidos en tanto que sostienen una demanda para los capitalistas, además que no hace falta decir que cuando se suben salarios quiere decir que estos trabajadores habrán duplicado dicha subida en términos de plusvalía para el capitalista. Y en segundo lugar hay que decir que cuando se da una exposición del público al crédito bancario de forma irresponsable, quien gana es el banquero que enjuagará sus balances con dinero público mientras se queda a la vez con la casa del pobre desempleado.

-En las etapas contractivas, por mucho que se nos intente decir lo contrario, se aplican políticas en contra del pueblo, tarde o temprano se hace, a las pruebas actuales me remito. ¿Cuanto han tardado los capitalistas a exigir al pueblo cargar con el coste de la crisis del sistema? Desde el minuto uno, pidiendo dinero público mientras ellos se iban a celebrarlo a sus fiestas sin importar el sufrimiento de los explotados. El déficit se volvió peligroso para los capitalistas cuando se dedicó a financiar la recuperación economica y decidieron por medio de sus gobiernos retirar estos estímulos y no contentos con eso, aplicar grandísimos planes de ajuste a los pueblos del mundo.

Estas son las acciones que los estados capitalistas toman, durante las etapas de crecimiento y durante las crisis, todas ellas, en perjuicio de los pobres y beneficio de los ricos.




jueves, 5 de agosto de 2010

Los lienzos de la hoguera

Hace cosa de mes y medio tuve una tutoría con mi profesora de Teoría del Derecho. Aparte de lo estrictamente académico hablamos de muchos otros temas. Observando su pequeño despacho abarrotado de libros hasta el techo comprobé como se mantenía con cuatro chinchetas en la pared un folleto del estreno de Tierra y Libertad, película dirigida por Ken Loach, de la que los tres autores de este blog somos grandes admiradores. Ella también lo es. Me contó así mismo la experiencia de su familia en la Guerra Civil y comentamos diversos temas a raíz del film: la represión, los anarquistas, el POUM, mayo del 37…en un momento dado, ella comentó en clave de error en referencia a parte de las organizaciones revolucionarias, que fue una pena que se destruyeran algunas, más o menos valiosas, obras de arte, la mayor parte de ellas provenientes de los templos católicos donde se albergaban; un hecho que se refleja en una secuencia de Tierra y Libertad, tras la liberación de un pueblo por parte de la milicia del POUM. En ese punto le di la razón, pues muchas veces he reflexionado sobre lo nefasto de algunos excesos que en toda guerra se producen.

No obstante, dándole vueltas al tema, he creído llegar a la siguiente reflexión: ¿en qué medida debemos dar importancia al hecho de la destrucción de ciertos bienes, si como contrapartida se produce una transformación en tanto que aumenta la libertad y toman las propias riendas de su vida el colectivo que decide rechazar y con ello destruir los citados bienes artísticos? Estos no vendrían a ser más que la traducción material de esa profunda transformación social. ¿En qué modo podemos cuestionarnos la destrucción de esos bienes cuando ello es propiamente un paso más en el proceso revolucionario que impulsan las personas por su propia voluntad y colectivamente, pues así democráticamente se ha decidido, ya que identifican estos bienes con algunas de las cadenas que los ataban?

Recordemos que nos situamos en los años treinta. La Iglesia, o ataba con fuerza, o dormía las mentes que pudieran estar despiertas. Nosotros, desde nuestra óptica burguesa, o a día de hoy, de clase media, aunque sea progresista o de izquierdas, atisbamos esa pérdida artística como un atropello innecesario, que quizá lo sea, por el simple hecho de que esos bienes son arte e Historia. Mas si pensamos, ¿no produciría mayor satisfacción a aquellos campesinos, en vez de contemplar las técnicas artísticas de este o aquel lienzo o escultura, sin despreciarlos en ningún momento, el contemplar la propia obra de sus manos, la propia Historia escrita por ellos, la de todo el pueblo que aparece en colectividad que gracias a su trabajo y la propiedad de la tierra en común, pues para ello en común la trabaja, han conseguido?, traduciéndose esto en que todo lo necesario para su desarrollo como personas se encuentra en su poder. Y todo ello se ha producido por medio de la liberación de las cadenas que atenazaban su libertad, entre las que se encontraba la Iglesia, en sus lienzos y retablos representada. Es decir, hablamos del contemplar el fruto de un proceso revolucionario a todas luces.

Revolución supone cambio drástico en el modo de producción y en las relaciones sociales de una sociedad o comunidad. No podemos quedarnos rezagados apenándonos de algunos costes de la revolución cuando el resultado de ella es proporcionalmente mucho mayor, tanto como que el campesino obtiene su libertad en virtud de que obtiene la propiedad de la tierra que trabaja, pero no solo eso, sino que es el pueblo en conjunto el que la posee y la gestiona de manera colectiva con el fin de darle un uso lo más equitativo y justo posible.

Con este post simplemente hablo de la situación concreta que se refleja en Tierra y Libertad y que se produjo durante la Guerra en numerosas localidades sobre todo en la zona oriental del país.

Por tanto, como siempre digo, cada tiempo posee un contexto, y es nuestra acción y programa los que deben adaptarse al contexto que existe en cada momento. Pero pienso que esta reflexión nos puede ayudar a comprender los hechos ya pasados, o cuanto menos, simplemente a comenzar a reflexionar sobre todo aquello que ya creamos juzgado de antemano. Como me dijo un profesor de Filosofía, existen dos tipos de filósofos: los que cuestionan absolutamente todo, y los desastrosos.

martes, 3 de agosto de 2010

¿Reformismo o Revolución?

El marxismo no es un dogma que los comunistas hayamos de repetir como fanáticos religiosos (da igual la religión), sino que hay que ver el marxismo como el socialismo científico y por tanto como una ciencia dialéctica, que requiere discusión, adaptación y reformulación. Esto no significa, y no me cansaré de repetirlo, que haya partes del marxismo que son su esencia y que cualquier reformulación de ellas implica un cambio absoluto y la desaparición del socialismo científico. Muchos ideólogos pequeñoburgueses han escrito sobre marxismo, algunos alegando ser marxistas, y han reinterpretado las tesis de Marx de forma que han edulcorado sus ideas. Contra estos “oportunistas” o simples “desconocedores del marxismo” han luchado incansablemente el propio Marx, pero también otros teóricos tan dispares y a la vez tan cercanos como Rosa Luxemburgo o Lenin.

Con la llegada de la burocracia a la Unión Soviética y la pérdida de la crítica dentro del partido, junto con la instauración del capitalismo de estado de Stalin, los defensores del marxismo ortodoxo se han ido evaporando, algunos por evaporación física en los gulags, pero también por evaporación intelectual. Los marxistas de hoy, no atacan a los oportunistas (y no será porque no los hay) ni a los que se hacen pasar por mentes brillantes que han llegado al mundo con la misión de reinterpretar y corregir a Marx y Engels. Nadie surge para reivindicar la tergiversación y muerte por lapidación que está sufriendo el marxismo como ideología desde antes de mediados del siglo XX.

Los oportunistas de hoy no son Kautsky ni Bernstein, se llaman Chávez, Castro, Kim Jong Il, Evo Morales…etc. Y a los comunistas parece darnos igual que se asocie nuestra ideología con populistas de gran tamaño, porque que podemos decir de Chávez, un hombre que se cree sucesor de Simón Bolívar y de Jesucristo prácticamente. La misión de los marxistas es combatir al capitalismo y la reacción pero también a los que mancillan nuestras ideas y les dan un carácter falseado y poco científico. Pues bien, esta labor en el pasado fue con creces cumplida, y en el blog he escrito sobre ello. Las entradas en las que hablaba sobre escritos de Lenin son básicamente críticas a los oportunistas de la época (Kautsky).

Pero hoy no hablaré de Lenin sino de una mujer judía y polaca y de un gran calado marxista llamada Rosa Luxemburgo y de su libro “reformismo o revolución”. En dicho libro se trata una cuestión esencial en la socialdemocracia de la época, que es la presencia de las ideas reformistas.

La distinción que el libro nos hace nada mas empezar sobre el reformismo y la revolución, poniendo como máximo exponente del primero a Bernstein, es el siguiente.

“el desarrollo del capitalismo hace cada vez más improbable su hundimiento
general”

Esta es la tesis básica del reformismo, y de Bernstein, con esta idea podemos explicar todas las concepciones reformadoras de las socialdemocracias de la época. Tomando esta frase por cierta podríamos decir que si el capitalismo no va a colapsar, lo mejor que podemos hacer los trabajadores es ir introduciendo reformas hasta que poco a poco lo vayamos acercando al socialismo. Lo que esconde esta afirmación es lo que esconde la socialdemocracia, la aceptación del modelo capitalista y la negación de la lucha revolucionaria. Solo entre algún quejido los reformistas podrían aceptar en sus discursos una especie de revolución. Pero ¿Por qué decía Bernstein que el capitalismo no iba a colapsar?

1) “El sistema crediticio y las uniones empresariales hacen que las crisis sean menores y menos profundas” La verdad que no lo parece por lo que estamos viviendo hasta ahora, lo que parece es que los sistemas crediticios son otros elementos mas de crisis.

2) “La implantación de las clases medias” Las clases medias son un invento de la burguesía para dividir a los trabajadores, y que Bernstein lo adopte es significativo, al menos es lo que yo pienso.

3) “La mejora de la situación del proletariado como consecuencia del sindicalismo” La mejora de la situación del proletariado será plena con la destrucción del sistema que le explota no con la subida de sueldo, ni con el reconocimiento del derecho de huelga.

Esto es lo que Bernstein y sus socialdemócratas de la época pensaban acerca del marxismo, es decir, que lo negaban. No estaban cuestionando la velocidad (como dice el libro de Rosa Luxemburgo) de desarrollo del colapso del orden establecido, sino el colapso mismo. Claro que todo este discurso mezclado con tonos de voz altos, en según que sitios y con un marketing adecuado puede parecer incendiario, pero no nos engañemos, esto es oportunismo puro.

Actualmente, comparando la actual “socialdemocracia” con la de la época de Bernstein, hemos de decir que este último era un revolucionario alocado y “quemacontainers”, ya que como no podía ser de otra manera los socialdemócratas han acabado por aceptar el capitalismo de pleno y incluso el liberalismo económico mas radical (PSOE, PASOK, SPD…etc.)

Pero vamos a analizar mejor cada una de estos puntos de Bernstein:

1) El crédito es un método de expansión capitalista, cuando un capitalista no tiene medios físicos para continuar con la producción, el crédito le ayuda a superar este obstáculo con el capital de otros capitalistas, aunque actualmente puede ser el capital de cualquiera. ¿Por qué decía yo antes que el crédito es otro elemento de crisis? A parte de por estar viviendo una crisis de crédito, que parece muy evidente, por que lo que explica las crisis es la capacidad del capital de crecer por encima de sus posibilidades de ser absorbido por la sociedad, la sobreproducción, el crédito tiene por misión aumentar esta sobreproducción, por tanto esta sobrealimentando crisis futuras y acelerando la explosión de las actuales.

Claro que el crédito es bueno, es bueno mientras haya situación de bonanza económica y todo se financie de forma barata, pero cuando la crisis estalla se vuelve contra nosotros ya que ha creado demasiado producto como para ser absorbido por el mercado y además destruye las fuerzas productivas creadas por el alto endeudamiento de las mismas. El crédito (el que usan las empresas) es fundamentalmente, algo que aumenta la dependencia entre los capitalistas y por tanto elimina rigideces en sus relaciones comerciales y de producción, esto unido a la complejidad actual de los métodos financieros dota a este crédito de una gran sensibilidad. Por eso decimos que el crédito cumple la función de ayudar a aumentar la producción y las ganancias (y cierto que también el consumo) pero que tiene un reverso tenebroso que aparece cuando la economía capitalista se contrae y el crédito que te daba de comer se vuelve contra ti. Teniendo en cuenta esta idea, la tesis de Bernstein sobre el crédito no tiene sentido ya que no sería un método de adaptación del capitalismo, sinó un método mas de suicidio.

2) La clase media: Lo que precisamente no hace el capitalismo es crear clases medias, de hecho, si aceptamos que las crea, hemos de aceptar que con cada crisis cíclica las destruye a la misma velocidad. Habría que ver que entiende Bernstein por clase media, a mi nadie me ha explicado nunca que es la clase media, y por tanto no se lo que es. Lo que si me han explicado es lo que es la clase trabajadora que vende su trabajo al mejor postor, es cierto que están los señores autónomos y profesionales liberales, pero Marx ya los consideraba pequeña burguesía, así que no se que es la clase media. ¿Quizá están intentando decir que un obrero por cobrar mas de un salario X ya es clase media? En cuyo caso podría aceptar que un asalariado que cobre como un controlador aéreo es un asalariado muy bien retribuido pero no una clase media, sería mas bien un proletario que vive como un burgués, pero no deja de ser proletario.

No entiendo este afán por encasillar distintas clases y sustratos dentro de los trabajadores, clase baja, alta, media, autónomos empleadores, no empleadores, profesionales liberales…etc. ¿Cuántas subclases hay en la clase capitalista? ¿Ellos no tienen sustratos? Quizá es porque el lenguaje oficial no necesita dividirlos ideológicamente como a otros.

3) Que el sindicalismo mejora las condiciones de vida del proletariado es algo aceptado, independientemente de su nivel de mejora, que muchas veces es imperceptible. Ahora bien, decir que gracias a estas mejoras el capitalismo ha conquistado a los obreros y ha ayudado a implantar al sistema es mucho hablar. Atención a lo que decía Bernstein sobre la labor sindical:

"la lucha sindical y la lucha política por las reformas sociales irán introduciendo un control social cada vez más extenso sobre las condiciones de la producción" y, a través de la legislación, "irán reduciendo progresivamente a los capitalistas a la función de administradores, por medio de la merma de sus derechos", hasta que finalmente "se despoje al capitalista, que habrá ido viendo cómo su propiedad iba desvalorizándose, también de la dirección y administración de la empresa"

Es decir, que Bernstein creía que los capitalistas se iban a dejar arrebatar su poder sobre la producción y los medios para dejarlos a los trabajadores por medio de la legislación ¿De que legislación? ¡¿De la legislación burguesa?! ¿De esa que hace las reformas laborales a la patronal?

Rosa Luxemburgo decía, y no le falta razón, que los sindicatos no tienen la labor de cambiar la sociedad y llevarla al socialismo, su ámbito de actuación se limita dentro del capitalismo a la consecución de las mejoras salariales y a las reducciones de jornadas. Los sindicatos se dedican a ubicar lo mejor que se pueda a los trabajadores dentro del mercado.

Por tanto, gracias a estos puntos muchísimo mejor explicados y más extensamente desarrollados en su obra, Rosa Luxemburgo ha dejado a Bernstein como lo que era. Que este post sirva como llamamiento a que surja alguien de la nada y nos libre de los Bernstein de hoy día.