miércoles, 25 de julio de 2012

LA CASTA POLÍTICA


Últimamente, con la excusa de la crisis económica del capitalismo, se está reproduciendo un discurso que empezó como una letanía lastimera pero que está cogiendo fuerza: el de la “casta” o “clase” política. Es muy importante decir a los trabajadores y trabajadoras del país que este discurso no tiene como objetivo a los políticos actuales y sus tropelías (a los cuales habría que enviar a un centro de trabajo social o de reeducación) sino a la misma idea de la política. ¿Qué quiere decir esto? No nos engañemos, que somos mayorcitos. En este país hay muchísima gente que añora los años de la dictadura militar, que añora esa administración sin controles y bien baratita, donde el único gasto que se hacía era para mantener al ejército y la policía. Aquello sí que eran buenos tiempos, ya lo creo que sí. Era todo tan barato que incluso nos ahorrábamos la merienda de los presos, algunos ni siquiera les dábamos de comer, para ahorrar un poquito más. Otros son más remilgados y prefieren un gobierno de “tecnócratas” o de “técnicos”. ¡Como si los técnicos no tuvieran ideología! ¡Como si los técnicos no sirvieran a unos intereses de clase igual que los políticos! Es tal la estupidez y la incongruencia de este discurso que no se sostiene por ninguna parte. ¿Qué buscan con esto? Apartar a la gente de la política, alejarla del conocimiento político y dejar el gobierno y gestión de todo en manos de los “técnicos”, de los “profesionales”, de los “hombres fuertes”. ¿Por qué no hacen llamamientos a la democracia real y a la participación ciudadana en la vida pública? ¿Por qué no reclaman una democracia participativa basada en la revocación de todo cargo y su nombramiento desde la base? Ya lo hemos dicho, porque esto no favorece sus intereses.

La mayoría de voceros de este discurso pertenecen a medios totalmente fascistas o reaccionarios que consideraban a los mineros “unos privilegiados”, imaginad que dirán de los políticos.  Incluso podemos ver este discurso en manos de políticos de extrema derecha ¡Imaginad la contradicción! Determinados partidos como Amanecer Magenta o el entorno más reaccionario y filonazi del PP hablan descaradamente de “adelgazar el estado”, de la “estructura elefantiásica del estado”, de los “derrochadores de las autonomías”,  y todo esto lo hacen desde sus despachos pagados por el pueblo. Qué casualidad que los medios más derechistas estén jaleando al pueblo con esta cantinela de la clase política y sus sueldazos (para desacreditar no al político, sino a la política) y no se acuerden de otras cosas que son la base del problema. Recuerdo que en una tertulia televisiva un vocero de la clase burguesa era interpelado con el crimen del fraude; le decían: -“el fraude fiscal reside en un 73% en las grandes fortunas y empresas”-, a lo que él contestó que todavía estaba esperando “¡¡el ERE político!!” ¿Cómo se puede ser tan descarado? ¿Cómo se puede ser tan estúpido y tan mentalmente incapacitado para quitarse la máscara de esa manera? ¿Qué estaba haciendo este tertuliano sobornado por el medio para el que trabaja? Pues desviando la atención de un robo brutal y despiadado de la clase burguesa y dirigirlo hacía “la casta”, que según él necesita un ERE.

Es tan descarado este discurso que ni siquiera le da miedo mentir y dar datos falseados en los que apoyarse. Circula por Internet que España tiene 500.000 políticos (los que elaboraron el informe deben de ser los mismos que contaban a los manifestantes pro-vida), pero esto no es más que una MENTIRA ABSOLUTA. En España hay unos 80.000 cargos públicos, de los cuales cobran unos 30.000 de ellos. Vemos pues, que les da igual faltar a la verdad con tal de propagar la calumnia y desviar el tiro. Aún así, aunque los esfuerzos de la propaganda son claros, los trabajadores y trabajadoras ya no ven al político como enemigo último, lo ven como la pantalla de la clase burguesa. 

¿Cuándo los políticos se niegan a adoptar la dación en pago es porque no les parece correcto moralmente? ¡No! Es porque sus dueños no les dejan adoptarla por el momento. ¿Por qué los políticos dirigentes no combaten el fraude? Porque la clase burguesa prefiere que suban el IVA y el IRPF. ¿Por qué los políticos hacen reformas laborales regresivas? Porque así se lo ordena la CEOE. Es así de sencillo. Qué duda cabe de que todos los privilegios de los parlamentarios y cargos públicos deben de ser suprimidos, es decir, el cargo público se debe de ejercer con control de la base en todo momento, con revocabilidad del cargo en todo momento (no cada cuatro años) con transparencia absoluta y pública de los presupuestos, y cobrando el mismo salario que un obrero. El próximo día 27 hay una manifestación contra la "clase política" que lo único que pide es la supresión de la "casta", mientras no dice nada de quien la ha de reemplazar. ¿Serán "hombres fuertes" o "técnicos" lo que pidan estos camisas negras del siglo XXI? Habrá que ver como se desarrolla todo.

martes, 24 de julio de 2012

La cuestión del estado y la revolución por los anarquistas





Los comunistas y los obreros en general tenemos como último enemigo al capital, esto está bastante claro, pero no implica que sea nuestro único enemigo. El capitalismo no se sostiene por sí solo, requiere legitimidad política, de ahí todas las ideologías burguesas que le dan cancha (liberalismo, socialdemocracia, revisionismo…etc.) ¿Podemos meter al anarquismo entre ellas? ¿Podemos incluir al anarquismo como una ideología, que de la forma que sea, ayuda al capital? Algunos comunistas así lo han sostenido. Se puede argumentar que el anarquismo debido a su carácter poco científico y nada analítico ayuda de forma indirecta al capitalismo, ya que divide a los obreros en su lucha. No sería la primera vez que los anarquistas cometen actos de sedición o de traición, famosos son los casos de la Internacional Libertaria o de los marinos de Kronstandt. Aún así, creo que sostener estas posiciones basándonos en algunos casos aislados es poco marxista. El anarquismo, a pesar de su errónea concepción de la lucha obrera ha sido un movimiento importante y ha luchado con su sangre por la causa de los oprimidos. Los españoles sabemos bien esto debido a nuestra guerra; fueron los camaradas de la CNT los que el día 19 de Julio tenían toda Cataluña bajo su influencia. Solo su poca altura de miras rechazando el poder impidió la revolución ese mismo día. El motivo de este pequeño texto es analizar desde un punto de vista marxista la concepción anarquista del estado, la lucha obrera, la autoridad y la economía del estado proletario. Todo ello desde el respeto que se debe tener hacia una corriente obrera que con sus errores (también los comunistas los hemos tenido) lleva luchando más de 150 años por la liberación del proletariado.

La cuestión del estado para los marxistas:

Hoy día la gente cree que el estado moderno es como una especie de contrato social a lo Rousseau, piensan que el estado es fruto del acuerdo de la sociedad. Engels en su “Origen de la familia, la propiedad y el estado” analiza en sus primeros capítulos que esto no es así. Ha habido sociedades que se las han arreglado sin estado, han podido vivir (no importa el modo) sin esta organización política. Dice Engels sobre los indios americanos (iroqueses):

“¡Admirable constitución ésta de la gens, con toda su ingenua sencillez! Sin soldados, gendarmes ni policía, sin nobleza, sin reyes, gobernadores, prefectos o jueces, sin cárceles ni procesos, todo marcha con regularidad. Todas las querellas y todos los conflictos los zanja la colectividad a quien conciernen, la gens o la tribu, o las diversas gens entre sí; sólo como último recurso, rara vez empleado, aparece la venganza, de la cual no es más que una forma civilizada nuestra pena de muerte, con todas las ventajas y todos los inconvenientes de la civilización. No hace falta ni siquiera una parte mínima del actual aparato administrativo, tan vasto y complicado, aun cuando son muchos más que en nuestros días los asuntos comunes, pues la economía doméstica es común para una serie de familias y es comunista; el suelo es propiedad de la tribu, y los hogares sólo disponen, con carácter temporal, de pequeñas huertas.”

Aquí Engels está describiendo a una de estas sociedades que no conocían el poder del estado, que no se organizaban mediante el estado o ninguna clase de estado. Alguno podrá argumentar que estas relaciones de la gens son otro tipo de “estado”. El que hable así no sabe nada del ABC del marxismo, ya que nada tiene que ver la gens de los indios con un estado. En el propio texto de Engels leemos la gran diferencia entre gens y estado: “Sin soldados, gendarmes ni policía, sin nobleza, sin reyes, gobernadores, prefectos o jueces, sin cárceles ni procesos” es decir, lo que diferencia a la gens del estado y por tanto, lo que la convierte en “no estado”, es la ausencia de represión de clases, lo que solo puede indicar algo, la ausencia de clases. El estado para un marxista es el aparato represivo y administrativo de una clase (la que ostente el poder), por tanto, si no existe este aparato, tampoco existe la clase que lo posee. Es fácil ver esto. Los comunistas vemos en la organización de la gens una especie de comunismo primitivo. Esto es lo que Engels da a entender.

Esta es la visión marxista del estado que todos conocemos, esta es la razón de ser de este aparato de clase. El problema viene en que este aparato a veces cambia de mano. Hemos visto que la clase dominante es la que tiene el poder del estado, lo cual nos induce a pensar que los cambios en el estado vienen dados en los cambios en la clase dominante. Es exactamente así. Los métodos del estado, la estructura, su organización, leyes…etc. vienen determinados por dos cosas: la clase que detente el poder y el grado de lucha de clases existente. Esto quiere decir que el estado absolutista marcaba las reglas de juego en tanto los intereses de la nobleza, el clero y otras clases, pero también podía introducir modificaciones en la estructura represiva si la lucha de clases se agudizaba. Es decir, el estado (lo ostente quien lo ostente) puede tener una personalidad flexible, un ejemplo de esto son los estados del bienestar introducidos en Europa ante la amenaza de una rebelión proletaria.

Así como el estado absolutista fue derrocado en la revolución francesa, el estado burgués, que salió de esta misma revolución, será sustituido por el estado proletario. ¿Qué es el estado proletario? ¿En que basa este estado su poder? El estado proletario es la organización política del proletariado, es la toma del poder político y la dirección de este para consolidarse y hacer valer sus intereses. El poder del proletariado se basará (por primera vez en la historia) en la inmensa mayoría de la base social, en el proletariado y campesinado. La clase en el poder será la clase mayoritaria, no como hasta ahora.

La primera tarea de los proletarios será la de declarar el terror contra la contrarrevolución, declarar la guerra de clase a la reacción, a los elementos subversivos que se nieguen a la dictadura del proletariado. Estos elementos reaccionarios serán la burguesía y los deshechos de la antigua sociedad. Contra ellos, la respuesta del pueblo obrero debe ser dura, en la medida que sea de duro el ataque de la contrarrevolución. Muchas veces en la historia, en situaciones de naciente poder proletario, estos, no han sabido implantar el terror contra la contrarrevolución, y lo han pagado caro. Es el caso de la Comuna de París, que dejó escapar vivo al gobierno de Thiers y lo acabó pagando con su destrucción. Por ello es esencial dar un golpe duro a la contrarrevolución. ¿Cómo ha de hacerse? ¿Cómo los obreros podrán destruir la amenaza contrarrevolucionaria? Algunos ingenuos pensarán: “los obreros son mayoría, lo podrán conseguir sin problemas”, este argumento olvida que los obreros han sido mayoría por más de 150 años y jamás han conseguido destruir el capitalismo en toda Europa (salvo excepciones que todos conocemos). Por tanto, parece ser que no basta con ser mayoría para aplastar a la burguesía. Se necesita una organización, un mecanismo, unas armas, una disciplina, una coordinación, o lo que es lo mismo, un estado. El proletariado conseguirá arrebatar el poder a la burguesía utilizando las mismas armas que le han servido a esta para sojuzgar al proletariado, es decir, el estado.

Esto concuerda claramente con la definición leninista de estado (el arma de una clase sobre otra) lo que ocurre, es que en este caso será el proletariado quien lo use y no quien lo sufra. Los burgueses y contrarrevolucionarios se encontrarán siendo juzgados por los mismos tribunales que ellos crearon, encarcelados en sus cárceles y si hace falta ajusticiados por sus ejércitos permanentes (debidamente disueltos y reconvertidos en milicias obreras).

El objetivo de esta política represiva por parte del proletariado va encaminada a un único objetivo, la supervivencia de la revolución. ¡Cuidado! Digo, la revolución, no el estado revolucionario. Una vez destruida la clase explotadora, o integrada en la población, una vez desarrolladas las fuerzas productivas bajo un plan general, una vez reorientada la economía hacia las necesidades, las clases irán desapareciendo por completo y con ellas, la necesidad del estado obrero. Llegará el día en que el socialismo habrá conseguido resolver prácticamente los problemas materiales de la mayoría; el problema de la vivienda, asistencia médica, educación gratuita, seguridad, democracia y economía. En este momento, ligado el estado como está a la existencia de los antagonismos de clase, desaparecerá gradualmente, llegando por fin a la sociedad en la que podremos decir: “cada cual según sus méritos y según su hambre”.

La cuestión del estado para los anarquistas:

Los anarquistas comparten con los comunistas la crítica acérrima al estado, pero ellos creen ver más allá de esta. Para los anarquistas, la opresión del capitalismo mediante el estado es repugnante, por esto, según ellos, el proletariado no puede servirse de la herramienta de opresión, por ser detestable y antiobrera: “lo que ha servido para reprimir no puede servir para liberar”. Los anarquistas rechazan toda violencia organizada en el marco del estado (no importando de que clase sea este estado) y rechazan también toda disciplina y autoridad, o lo que es lo mismo, rechazan la política. Esto los convierte en grandes utopistas. ¿Cómo pretenden los anarquistas aniquilar la reacción sin tomar el poder estatal en sus manos? Ellos dicen que no hace falta, dicen que el poder estatal no debe ser tomado, debe ser destruido. Esta situación nos lleva a  plantear lo siguiente: ¿Cuál es la actitud de los anarquistas ante un estado obrero? Recordemos que según los más acérrimos antiautoritatios, el estado obrero no existe, ya que por el simple hecho de ocupar el poder estatal, el proletariado, crea una casta burocrática que acaba irremediablemente barriendo la revolución o traicionándola. Este argumento se parece bastante al argumento de los pensadores burgueses que braman como animales contra la imposibilidad del estado obrero. Pero entonces ¿Cómo afrontan los anarquistas la experiencia de la Comuna de París o de la Rusia Soviética (mientras fue soviética)?

Los anarquistas se ven ante un verdadero brete teórico con la Comuna parisina, puesto que según ellos, un estado no puede ser obrero. Los anarquistas resolvieron este problema manipulando la imagen de la Comuna. No reconocieron ni reconocen que la experiencia de los communards se manifestó en un estado obrero, por contra, dicen que fue ¡una comuna anarquista! Ya dijo Engels, sobre los anarquistas, algo que me servirá a mí para esta ocasión: “esta gente cree poder cambiar la cosa con cambiarle el nombre”. Los anarquistas, para no tener que reconocer un fallo teórico en sus posiciones “antiautoritarias”, intentan hacer creer que la Comuna Parisina fue una experiencia comunal anarquista y por tanto, no estatal. Lo cierto es que fué el embrión de un nuevo estado obrero que se hubiera extendido por Francia de no ser porque las hienas de Thiers lo ahogaron en sangre.

El otro estado proletario, éste, indiscutiblemente estado, se da en la Rusia de 1917. En 1917, Lenin y los obreros de Petrogrado, como vanguardia de todos los obreros y campesinos de Rusia, toman el poder en sus manos y se lo entregan a los Soviets (organizaciones estatales del proletariado y los campesinos). Esta situación debe de suponer un verdadero quebradero de cabeza para un anarquista. ¿Cómo reconocer que el proletariado se quita las cadenas, no solo tomando el poder del estado y entregándolo a sus organizaciones, sino que además, lo hace bajo la dirección política de un partido (el bolchevique)? Es indiscutible que los inicios de la Revolución de Octubre y los años subsiguientes fueron años de verdadero poder obrero en la dirección del estado. La Guerra Civil no fue otra cosa que la lucha contra la reacción. Esta lucha le costó al pueblo ruso millones de muertos y de destrucciones ¡Y eso que tenían la maquinaria del estado en sus manos, imaginemos si como dicen los anarquistas la hubieran rechazado por “autoritaria”!

¿Se hubiera podido aniquilar a la contrarrevolución zarista solo con la acción descoordinada de las masas? ¿Los obreros y soldados hubieran podido barrer a la burguesía del mapa y organizar el socialismo sin la toma del estado como los anarquistas proclaman? ¡No! De ninguna manera. A pesar de estos argumentos que son de simple lógica, muchos anarquistas se opusieron al poder soviético por considerarlo “poder”, “autoridad”, “estado”. Otros un poco más inteligentes se declararon a favor del poder proletario en tanto que luchara contra la reacción (estos, estaban reconociendo tácitamente la existencia de un poder obrero estatal, cosa que el anarquismo negaba). De todas maneras, la revolución de Rusia fue un golpe duro en la línea de flotación teórica de los anarquistas.

La diferencia clave entre el marxismo y el anarquismo respecto a la cuestión del estado y la revolución la explica de forma sintética pero adecuada el señor Kropotkin:

“Los que esperan efectuar la revolución social dentro del Estado, [aquí se refiere a los comunistas, aunque niego la mayor] manteniendo la mayor parte de sus atribuciones, hasta ampliándolas y utilizándolas a beneficio de la revolución. De otra hay los que, como nosotros los anarquistas, ven en el Estado, no solamente en su forma actual, sino hasta en su esencia y bajo todas las formas que podría revestir [incluyendo por tanto el estado proletario] , un obstáculo para la revolución social, un obstáculo por excelencia para el desarrollo de una sociedad basada en la igualdad y en la libertad ; una forma histórica para prevenir este florecimiento, y que trabajan, por consiguiente, para abolir y no para reformar el Estado. Como veis, la división es profunda”

A este párrafo de Kropotkin podríamos contestar con  la visión irónica de Marx:

“Si la lucha política de la clase obrera asume formas revolucionarias, si los obreros sustituyen la dictadura de la clase burguesa con su dictadura revolucionaria, cometen un terrible delito de leso principio, porque para satisfacer sus míseras necesidades materiales de cada día, para vences la resistencia de la burguesía, dan al estado una forma revolucionaria y transitoria en vez de deponer las armas y abolirlo”

En este párrafo escrito en la Neue Zeit se ve perfectamente la doctrina marxista de la “toma del poder del estado y de la extinción gradual del mismo”, se entiende perfectamente cómo se contrapone con la visión anarquista de “¡abolición del estado y de toda autoridad, aunque la burguesía no esté derrotada completamente!” Marx se burla de los anarquistas con este párrafo, a decir verdad, parece la reprimenda de un profesor a unos alumnos que se han pasado de listos y que tratan de superarle por la izquierda.

¿Diferencia insalvable?

Hemos visto la diferencia entre los anarquistas y los comunistas a la hora de tratar el tema del estado y de la revolución, lo podríamos resumir del siguiente modo: los marxistas creemos en la necesidad de utilizar el estado para suprimir a la burguesía y la contrarrevolución, además de para impulsar las medidas socialistas más importantes, esto nos llevará a la extinción de los antagonismos de clase y por tanto, del estado mismo. Los anarquistas no creen en el uso del estado para consolidar e instalar las primeras piedras del socialismo, la esencia misma de autoridad estatal (sin importar que clase la ejerza) les es insoportable, por ello, preconizan la abolición de los antagonismos de clase y del poder estatal inmediatamente. Como vemos, esta diferencia es muy profunda y a pesar de que hay elementos históricos que nos dan la razón a los comunistas, los antiautoritarios han hecho malabares para salvar sus teorías. ¿Hay algo más que demostrarles a los anarquistas después de la experiencia de Octubre y la Comuna? ¿Pueden ellos enseñarnos alguna organización anarquista que haya trascendido en la historia y que suponga algo más que pequeñas y anecdóticas experiencias autodenominadas anarquistas? Los hechos están de parte del socialismo científico.

lunes, 2 de julio de 2012

El Bloqueo contra Cuba





La revolución cubana despertó desde su mismo nacimiento la simpatía de millones de explotados del mundo, especialmente, en América Latina. La revolución, que empieza en el Moncada para continuar en el Uvero y la Sierra Maestra y finalizar en la Habana en 1959, fue el acontecimiento más importante de la historia de América latina en el siglo pasado. Un país pequeño, pobre, colonizado por el imperialismo norteamericano y gobernado por sangrientos caciques sobornados a millones le dio un golpe al capitalismo y al imperialismo occidental en su propia cara, y no contento con esto, lleva más de 50 años resistiendo apenas a unas pocas millas del mayor estado terrorista del globo. ¿Por qué decimos resistiendo? Pues porque como toda revolución, la cubana, se creó enemigos muy poderosos, que no han hecho otra cosa que intentar devolver a la isla al régimen de feudalismo al que era sometida antes de la llegada al poder del pueblo. 

Los ataques a la revolución van desde atentados terroristas, pasando por sabotajes, intoxicación, mercenarismo, propaganda subversiva…etc. Uno de los ataques más famosos, que además,  sirve para ver quienes eran los enemigos que la revolución se había creado, es el de Playa Girón. En este ataque, patrocinado por la CIA, unos miles de mercenarios cubanos entrenados por agentes estadounidenses y con apoyo logístico de los mismos atacan la isla con la voluntad de derrocar al M-26J. El ataque de Playa Girón (1961) fue realizado con aviones de EEUU (que tenían insignias cubanas, para hacer ver que era una subversión interna) y fue un completo desastre, debido al gran apoyo popular del que gozaba el gobierno. El pueblo cubano y las milicias se enfrentaron incluso entre ellas para ver quién era el primero en luchar contra los mercenarios. Después de la batalla, se catalogó que los atacantes tenían antes de la revolución 400.000 hectáreas de tierra, 10.000 viviendas, 70 fábricas y diez molinos de azúcar. Los prisioneros hechos en la batalla (prácticamente la totalidad de los mercenarios) no fueron ejecutados ni torturados (como si hacen los norteamericanos en sus guerras de rapiña) sino que fueron canjeados por comida y “compotas” para niños. Esto es la revolución cubana.

Así que como hemos visto, la Revolución, desde su mismo nacimiento, tuvo que enfrentar duros retos y ataques piratas del imperialismo y sus mercenarios. Esto nos lleva al que probablemente sea el ataque más inmoral de todos los hechos contra la isla, que es el tema principal de esta entrada: El Bloqueo.

Cuba antes de 1959. ¿Por qué era necesaria la revolución?

Los revolucionarios cubanos que desalojaron del poder a la tiranía batistiana (que huyó a EEUU con los fondos bancarios del estado y que jamás han sido devueltos) se encontraron con un país analfabeto, agrícola y pobre en extremo. La economía cubana se caracterizaba por el monocultivo de caña de azúcar y la dependencia del mercado norteamericano (el 60% de las exportaciones y el 80% de importaciones provenían de EEUU). La mayoría de las mejores tierras estaban en manos extranjeras y el 23% de la población era analfabeta, dos terceras partes de la fuerza de trabajo cubana únicamente percibía el salario mínimo (que apenas daba para comer de forma muy ajustada).

La tasa de paro era elevada según los censos oficiales, así que la realidad sería mucho peor. La desigualdad reinaba en la Habana y Santiago donde los lujosos coches y cabarets estaban en manos de los funcionarios corruptos y los terratenientes, mientras los proletarios y campesinos estaban subalimentados y las cárceles llenas, un ejemplo claro de esta desigualdad era el hecho de que el 5% de la población acaparaba al 25% del ingreso nacional. Únicamente el 11% de las familias campesinas probaban la leche, y el porcentaje de otros alimentos era aún más bajo (carne, huevos…etc.), en cambio, los especuladores, los funcionarios y los ricos tenían en abundancia cualquier alimento que desearan, y no era difícil de conseguir en los hoteles más lujosos del país.

En terrenos como la educación y la sanidad (grandes logros y conquistas del pueblo cubano) la situación era desesperada. El capitalismo cubano mantenía fuera de la escuela a medio millón de niños y fuera de la enseñanza a 10.000 profesores, el nivel medio de escolaridad era el de segundo grado. El campo sanitario era aún peor, ya que la tuberculosis y la fiebre tifoidea hacía estragos en la isla, además, la mayoría de los médicos estaban en la capital, así como las camas de hospital, haciendo difícil el acceso de los campesinos al sistema de salud. La esperanza de vida llegaba únicamente a los 65 años y la tasa de mortalidad infantil se situaba en 60 muertos por cada 1000 nacidos vivos.

Fue en estas difíciles circunstancias en las que el gobierno de los EEUU empezó su guerra económica y terrorista contra Cuba, no importándole el sufrimiento de millones de cubanos. Hay que señalar que la mafia terrorista de origen batistiana colaboró contra su propio país, cosa que sigue haciendo hoy en día, así que es erróneo culpar únicamente a los EEUU, aunque sean éstos los que pongan el mayor empeño. Actualmente, la disidencia cubana apoya el establecimiento de esta guerra contra su propio pueblo y sus propios familiares en la isla, así como apoyan la posición común de la UE contra la isla.

¿Qué pasó para que se instaurase el bloqueo?

Hemos visto cuales eran las circunstancias que justificaban la revolución en la isla, pero falta ver cuáles fueron las acciones que llevaron a cabo los revolucionarios cubanos que hicieron que EEUU se decidiera a implantarles el bloqueo. Hay que decir, que desde el mismo momento en que Fidel y la guerrilla estaban en la Sierra, el gobierno yanqui apoyaba al ejército cubano entrenando a sus oficiales y brindando millones de dólares en armamento y apoyo logístico. Estas fueron las primeras acciones norteamericanas contra la revolución, o sea, impedir su triunfo. Pero una vez la guerrilla depone a los caciques y los terratenientes las cosas se desatan sobremanera. ¿Cuál fue la medida que exalta a los imperialistas y sus perros en Cuba? La ley de reforma agraria, que era absolutamente imprescindible para garantizar la alimentación decente de la isla.

La ley de reforma agraria cubana imponía la expropiación de los grandes latifundios y las compañías extranjeras, estableciendo indemnizaciones graduales y sin coartar los fondos del estado para otros asuntos más importantes. Esta forma de hacerlo permitía que el estado cubano pudiera indemnizar a los terratenientes de manera que el propio estado no se arruinara, de modo que sería el propio estado el que delimitaría los plazos y las cuotas en que se amortizarían estas indemnizaciones. Hay que tener en cuenta que el gobierno cubano no tenía porque pagar un solo peso por expropiar tierras de personas que las habían robado al pueblo, un ejemplo es el de un norteamericano que compró 75.000 hectáreas por 400.000 dólares (un precio irrisorio y que constituye un insulto al pueblo cubano).

A los imperialistas les preocupaba esta reforma agraria del gobierno cubano ya que perjudicaba sus intereses de rapiña en la isla, así que exigieron el pago inmediato de indemnizaciones (totalmente imposible de realizar en las condiciones que se le impusieron a Cuba).

“El texto de la Ley Agraria de Cuba causa grave preocupación al Gobierno de Estados Unidos con respecto a la suficiencia de las disposiciones sobre compensación a sus ciudadanos cuya propiedad puede ser objeto de expropiación” […] este derecho (se refiere al de expropiación) debe ir acompañado de la obligación correspondiente por parte de un Estado en el sentido de que esa expropiación llevará consigo el pago de una pronta, adecuada y efectiva compensación.”

Esta declaración del secretario de estado Christian Herter demuestra que los americanos exigían el pago inmediato, efectivo y adecuado, o lo que es lo mismo, exigían el imposible. Los imperialistas pusieron a Cuba unas condiciones de pago excedidas que ningún país de las condiciones económicas de la isla caribeña hubiera podido sostener. El propio Fidel Castro dice en relación a estas amenazas de los EEUU lo siguiente:

“encima de tener 600 mil desempleados, encima de tener una producción per cápita de 300 pesos, encima de tener la quinta parte de los hospitales que necesitamos, de las escuelas que necesitamos y las cosas más elementales que necesitamos, encima de todo eso, si vamos a hacer algo para liberarnos de todo eso, nos amenazan con matarnos de hambre”.

¿En qué consiste el bloqueo?

Prácticamente desde el año 1962 se empiezan a estructurar los memorandos y las medidas más serias del bloqueo, que con los años han sido relajados con determinadas administraciones (permiso de envío de remesas, mayor flexibilidad en viajes…etc.) y con periodos de mayor recrudecimiento. Pero antes de describir algunas medidas del bloqueo es importante transcribir las motivaciones del mismo, recogidas en un documento desclasificado del gobierno de los EEUU. Si después de leer estas palabras, alguien sigue sosteniendo la hipócrita postura imperialista contra Cuba, es que no puede estar bien de la cabeza o del corazón:

“No existe una oposición política efectiva en Cuba; por tanto, el único medio previsible que tenemos hoy para enajenar el apoyo interno a la Revolución, es a través del desencanto y el desaliento, basados en la insatisfacción y las dificultades económicas. Debe utilizarse prontamente cualquier medio concebible para debilitar la vida económica de Cuba. Negarle dinero y suministros a Cuba, para disminuir los salarios reales y monetarios, a fin de causar hambre, desesperación y el derrocamiento del gobierno”

Esto se escribió en el año 1960 por parte de un secretario de asuntos interamericanos y establece lo que han sido más de 40 años de asedio y de guerra económica contra Cuba. Es imprescindible este escrito, puesto que tiene bajo mi punto de vista dos aspectos claves: reconoce el apoyo total del pueblo a la revolución y admite que el medio para derrocar al gobierno no es perjudicar al gobierno sino hacer sufrir al pueblo cubano. ¿Cómo es posible que un país que se dedica a perpetrar estos crímenes se autoimponga el papel de “defensor de los derechos humanos”? ¿Cómo podemos tolerar desde nuestros democráticos parlamentos burgueses estas actitudes de terrorismo y de guerra económica?

Las leyes Torricelli y Helms Burton dan una vuelta de tuerca más a la situación del bloqueo contra la isla. La primera de estas leyes, promovida en 1992 por la administración Bush, establece la prohibición de que las subsidiarias de empresas yanquis en terceros países comercien con Cuba (con la gloriosa excepción que se hizo en Argentina bajo el gobierno de Perón, que amenazó con nacionalizarlas sino se les permitía comerciar con Cuba), además, esta ley prohíbe que buques mercantiles que hayan atracado en puertos cubanos puedan hacerlo después en americanos, a no ser que medie un período de 180 días (6 meses).

-Bloqueo en la alimentación:

El primer problema alimentario que produce el bloqueo es el diferencial de precios que debe de pagar el estado cubano por la importación de alimentos que no puede adquirir en los EEUU (que serían mucho más baratos y por tanto, podrían ser adquiridos en mayor cantidad). Un ejemplo de esta agresión que produce el bloqueo es el hecho de que si la leche en polvo se hubiera adquirido en EEUU se podrían importar 15 mil toneladas métricas adicionales a las que ya se importan. También debe Cuba de pagar mayores precios en los fletes comerciales para adquirir productos de primera necesidad como la harina, el trigo y el maíz.

-Bloqueo en las finanzas e industria:

Cuba no puede realizar transacciones en dólares norteamericanos y debe de hacerlo en otras divisas con el correspondiente sobrecoste en el tipo de cambio (en el año 1999 las variaciones de los tipos causaron pérdidas de 127 millones de dólares). Además de esto y coincidiendo con la caída de la URSS se empiezan a desarrollar actividades para privar a Cuba de financiación externa de organismos como el Banco Mundial o el Fondo Monetario. El gobierno norteamericano presiona a las entidades financieras (llegando a las sanciones a bancos como el UBS y el ING) por tener tratos con Cuba o por otorgarle préstamos. Si Cuba pudiera acceder a créditos de cómoda devolución por parte de organismos internacionales (como otros países de América Latina) podría acceder, según un informe de la ONU, entre los años 1997-2000 a 1200 millones de dólares que le hubieran permitido solucionar el problema de vivienda de la isla (problema que también tiene que ver con el bloqueo, ya que impide la entrada de material de construcción, recambios industriales y cobre). Cuba tiene dificultades para adquirir material de repuesto para herramientas y maquinaria agrícola (que retarda y coarta el desarrollo de la soberanía alimentaria de la isla) e industrial o manufacturera. Las exportaciones de níquel cubano podrían ser de 50.000 toneladas para los EEUU, pero Cuba no puede exportar a su vecino cómodamente. Los EEUU prohíben que Cuba pueda adquirir tecnología que contenga al menos un 10% de componentes norteamericanos (véase el caso de Boieng y Airbus).

-Bloqueo en el turismo:

Los ciudadanos americanos no pueden viajar a Cuba a menos que tengan visa y tienen este derecho fuertemente restringido. Este hecho perjudica a la isla y a su sector turístico que podría recibir millones de visitantes yanquis (debido a la cercanía del país). Podrían haber visitado Cuba en el año 2000 casi 1.45 millones de norteamericanos aportando 800 millones de dólares a la isla. Aunque las acciones de EEUU son duras, el turismo en Cuba es un sector importante, así que se realizaron a finales de los 90 actividades terroristas (patrocinadas por la CIA y organizaciones de mercenarios de Miami) que consistían en poner bombas en hoteles cubanos y disuadir a los turistas de viajar a la isla. Lo mismo se hizo con la cuota azucarera (otro sector clave para el país), donde se produjeron quemas de cultivos.

El bloqueo no ha podido con las conquistas de la revolución:

Aunque las medidas de guerra económica han supuestos para Cuba daños de cientos de miles de millones de dólares durante más de 40 años, la revolución cubana mantiene, no sin dificultades, sus mayores conquistas:

· Cuba mantiene un sistema sanitario de calidad, gratuito y universal (a pesar de la dificultad de acceder a medios y fármacos debido al bloqueo imperialista). El estado cubano mantiene equipos médicos que aportan ayuda y asistencia gratuita a miles de ciudadanos de América Latina (operaciones de visión, vacunación…etc.). Estos buenos servicios sanitarios y la alimentación suficiente de la población permiten que en Cuba la tasa de mortalidad infantil sea de 4.8 muertos por cada 1000 nacidos vivos. La ONU declaró hace poco que Cuba era “el paraíso de la infancia”. En Cuba hay 590 médicos por cada 100.000 habitantes mientras la media de America Latina es de 166.

·La educación cubana se mantiene gratuita y universal para toda la población desde el periodo preescolar hasta la graduación de “doctor”. La UNESCO señala que el nivel educacional en Cuba está muy por encima de países desarrollados y que el grado de acceso a la educación es 100% universal sin distinción de regiones o ingresos familiares. El gasto público en educación supone el 13% del PIB cubano, mientras que la media de América Latina es del 4.5%

·En América Latina la malnutrición y la miseria causan estragos y se cuentan por millones los hambrientos y los explotados, mendigos y personas rebuscando en los vertederos un mendrugo de pan. El continente cuenta con 54 millones de malnutridos, ninguno de ellos es cubano. En EEUU más de 80 millones de pobres no cuentan con asistencia social y millones mas no tienen acceso a un seguro médico. ¡Se atreven a decir que en Cuba se violan los derechos humanos!

Conclusiones:

El bloqueo contra Cuba es el acto más deleznable de sabotaje y guerra económica contra un país soberano, además, es el asedio imperialista más largo de esta índole del siglo XX y lo que va del XXI. Aún así, no debemos quedarnos únicamente con el bloqueo, Cuba ha sufrido ataques con armas químicas, invasiones piratas, atentados, sabotajes, liberación de enfermedades (se desató una epidemia de Dengue simultáneamente en tres poblaciones cubanas misteriosamente)…etc. Hay que seguir denunciando, como marxistas, ante todo el mundo la injusticia de esta situación, tenemos que difundirla sin parar y llamar por su nombre a los traidores que desde su retiro millonario en Miami (pagado por la USAID y la Oficina de intereses) se dedican a hacer imposible la vida de sus compatriotas que llevan 50 años resistiendo.

¡CUBA VA!

¡CUBA VENCERÁ!

¡PÁTRIA O MUERTE!