Últimamente,
con la excusa de la crisis económica del capitalismo, se está reproduciendo un
discurso que empezó como una letanía lastimera pero que está cogiendo fuerza:
el de la “casta” o “clase” política. Es muy importante decir a los trabajadores
y trabajadoras del país que este discurso no tiene como objetivo a los
políticos actuales y sus tropelías (a los cuales habría que enviar a un centro
de trabajo social o de reeducación) sino a la misma idea de la política. ¿Qué quiere
decir esto? No nos engañemos, que somos mayorcitos. En este país hay muchísima
gente que añora los años de la dictadura militar, que añora esa administración
sin controles y bien baratita, donde el único gasto que se hacía era para
mantener al ejército y la policía. Aquello sí que eran buenos tiempos, ya lo
creo que sí. Era todo tan barato que incluso nos ahorrábamos la merienda de los
presos, algunos ni siquiera les dábamos de comer, para ahorrar un poquito más.
Otros son más remilgados y prefieren un gobierno de “tecnócratas” o de “técnicos”.
¡Como si los técnicos no tuvieran ideología! ¡Como si los técnicos no sirvieran
a unos intereses de clase igual que los políticos! Es tal la estupidez y la
incongruencia de este discurso que no se sostiene por ninguna parte. ¿Qué buscan
con esto? Apartar a la gente de la política, alejarla del conocimiento político
y dejar el gobierno y gestión de todo en manos de los “técnicos”, de los “profesionales”,
de los “hombres fuertes”. ¿Por qué no hacen llamamientos a la democracia real y
a la participación ciudadana en la vida pública? ¿Por qué no reclaman una
democracia participativa basada en la revocación de todo cargo y su
nombramiento desde la base? Ya lo hemos dicho, porque esto no favorece sus
intereses.
La
mayoría de voceros de este discurso pertenecen a medios totalmente fascistas o
reaccionarios que consideraban a los mineros “unos privilegiados”, imaginad que
dirán de los políticos. Incluso podemos
ver este discurso en manos de políticos de extrema derecha ¡Imaginad la
contradicción! Determinados partidos como Amanecer Magenta o el entorno más
reaccionario y filonazi del PP hablan descaradamente de “adelgazar el estado”,
de la “estructura elefantiásica del estado”, de los “derrochadores de las
autonomías”, y todo esto lo hacen desde
sus despachos pagados por el pueblo. Qué casualidad que los medios más
derechistas estén jaleando al pueblo con esta cantinela de la clase política y sus
sueldazos (para desacreditar no al político, sino a la política) y no se
acuerden de otras cosas que son la base del problema. Recuerdo que en una
tertulia televisiva un vocero de la clase burguesa era interpelado con el
crimen del fraude; le decían: -“el fraude fiscal reside en un 73% en las
grandes fortunas y empresas”-, a lo que él contestó que todavía estaba
esperando “¡¡el ERE político!!” ¿Cómo se puede ser tan descarado? ¿Cómo se
puede ser tan estúpido y tan mentalmente incapacitado para quitarse la máscara
de esa manera? ¿Qué estaba haciendo este tertuliano sobornado por el medio para
el que trabaja? Pues desviando la atención de un robo brutal y despiadado de la
clase burguesa y dirigirlo hacía “la casta”, que según él necesita un ERE.
Es
tan descarado este discurso que ni siquiera le da miedo mentir y dar datos
falseados en los que apoyarse. Circula por Internet que España tiene 500.000
políticos (los que elaboraron el informe deben de ser los mismos que contaban a los manifestantes pro-vida),
pero esto no es más que una MENTIRA ABSOLUTA. En España hay unos 80.000 cargos
públicos, de los cuales cobran unos 30.000 de ellos. Vemos pues, que les da
igual faltar a la verdad con tal de propagar la calumnia y desviar el tiro. Aún
así, aunque los esfuerzos de la propaganda son claros, los trabajadores y
trabajadoras ya no ven al político como enemigo último, lo ven como la pantalla
de la clase burguesa.
¿Cuándo
los políticos se niegan a adoptar la dación en pago es porque no les parece
correcto moralmente? ¡No! Es porque sus dueños no les dejan adoptarla por el
momento. ¿Por qué los políticos dirigentes no combaten el fraude? Porque la
clase burguesa prefiere que suban el IVA y el IRPF. ¿Por qué los políticos
hacen reformas laborales regresivas? Porque así se lo ordena la CEOE. Es así de
sencillo. Qué duda cabe de que todos los privilegios de los parlamentarios y
cargos públicos deben de ser suprimidos, es decir, el cargo público se debe de
ejercer con control de la base en todo momento, con revocabilidad del cargo en
todo momento (no cada cuatro años) con transparencia absoluta y pública de los
presupuestos, y cobrando el mismo salario que un obrero. El próximo día 27 hay una manifestación contra la "clase política" que lo único que pide es la supresión de la "casta", mientras no dice nada de quien la ha de reemplazar. ¿Serán "hombres fuertes" o "técnicos" lo que pidan estos camisas negras del siglo XXI? Habrá que ver como se desarrolla todo.
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