jueves, 10 de febrero de 2011

Un poco de análisis (II): Evolución de los precios y ajuste del consumo privado

Hace un tiempo, en este mismo blog hablé acerca de la importancia que tiene ir directamente a los datos (sobretodo los económicos) para poder tener toda la información disponible acerca de lo que ocurre sin sesgos de la clase e ideas dominantes. Evidentemente nosotros interpretamos la información según creemos que debe de ser interpretada y acorde con nuestros planteamientos políticos, a nadie se le escapa cuales son, pero a veces hay que irse a organismos que podrían ser la antítesis de nuestras posiciones para buscar información. Yo habitualmente para hacer un post me dirijo al Banco de España, que aun ser un organismo con posiciones neoliberales muy marcadas posee uno de los mejores servicios de estudios del mundo (reconocido por muchos organismos) y me parece que no tengo otra opción que dirigirme a ellos. A menudo la jerga económica es muy rebuscada y parece que pretenda con ello desconcertarnos para que no leamos lo que publica, por ese mismo motivo hay que intentar contraponerse a ello y esforzarse a analizar. En mi último post “Un poco de análisis (I)” hablé acerca del mercado de trabajo y de la vivienda (ayudándome de datos del último informe del BDE), esta entrada va a tratar acerca de la evolución de la inflación en España y las perspectivas a c/p además de hablar también del consumo privado de los españoles, su evolución y sus causas.


La evolución reciente de la inflación en España:


Desde el inicio de la crisis bancaria la inflación en España ha caído hasta ver contracciones muy importantes y bruscas, el BDE nos dice que para ver mejor esta tendencia hay que fijarse no en el IPC (la bolsa de la compra básica) sino otro indicador menos conocido que es el IPSEBENE. El IPSEBENE es lo que se denomina la inflación subyacente, que es la evolución de los precios de los productos pero sin tener en cuenta los productos energéticos (gasolina) y los alimentos no elaborados, con ello se consigue retirar los productos más volátiles de la inflación y mirar las tendencias internas del país. Pues según la inflación subyacente, los precios con la crisis han sufrido una moderación importante ya que en 2008 llegábamos con un crecimiento del 3%, en 2009 con un 0,8% y en el año pasado con un 0,6%. Recordemos que estos datos anteriores no corresponden al IPC, sino a otra magnitud distinta, si miráramos ahora al IPC veríamos como en los últimos meses la inflación española a repuntado llegando al 3% interanual en el mes de Diciembre de 2010 (recordemos que el mismo dato del año anterior solo era de 0,8% de incremento). El IPSEBENE aunque aumento en términos anuales un 0,6%, creció hasta el mes de Diciembre del 2010. Este aumento de los precios generales (IPC) y relativos (IPSEBENE) se desprende, dicho por el propio BDE debido a “el encarecimiento de las materias primas en los mercados internacionales, algunas subidas impositivas —que se enmarcan dentro del conjunto de medidas de consolidación fiscal— y el aumento de determinados precios regulados.” Es decir que el aumento de los precios que venimos sufriendo los españoles está causado por:


- Materias primas: aumento de la demanda de los chinos e indios, unido a la restricción de oferta y la especulación con compras a futuros de alimentos básicos.

- Consolidación fiscal: subidas de los impuestos indirectos (IVA) y rebaja de los directos (excepto una tímida subida del IRPF) como por ejemplo la rebaja del IS y la supresión del de patrimonio. Medidas impuestas desde la clase y el pensamiento dominantes.



Este repunte de los precios en España debido a lo que hemos dicho antes ha hecho situar la inflación española por encima de la media de la UE aunque venimos de tener un diferencial negativo (cosa extraña para la economía española). Para ver mejor donde estos precios han subido habrá que diseccionar el IPC y estudiar sus partes, de esa manera veremos que factores han contribuido a la inflación de los últimos meses. El BDE en su informe indica que el aumento de la inflación interanual en Diciembre de 2010 respecto al mismo dato del año anterior viene explicado en 2/3 por el aumento del precio del petróleo y de las gasolinas, es decir, que de 2,2 puntos porcentuales (pp) de crecimiento de los precios, 1,5% es de esos productos. El 1/3 que sobra del aumento se explica por la depreciación del € y por el aumento de otros artículos (recordemos que ahora hablamos del IPC). Centrémonos por tanto en dar datos sobre el aumento del precio del petróleo.


El BDE señala que el IPC de los bienes energéticos aumentó un 15% en tasa interanual en Diciembre del 2010 (o sea, que era un 15% mas caro que en Diciembre de 2009), esto supone 8 puntos porcentuales (pp) mas que el mismo dato del año anterior (lo que significa que el IPC interanual de estos bienes fue en Diciembre de 2009 del 7%). Esto es un crecimiento brutal, sobretodo por las implicaciones que tiene el petróleo en las economías ya que se traduce muy rápidamente en aumentos de precios de muchos otros bienes (efectos de segunda vuelta). El barril BRENT (de referencia en Europa) se encareció en 2010 debido a que no se encontraron nuevos yacimientos de importancia y se vieron aumentos de la demanda de los países emergentes, aunque hay que señalar como siempre los factores especulativos y los de rigidez de la oferta (o sea, que la producción está controlada por unos pocos). Pero el IPC de bienes energéticos no solo incluye el petróleo, también el gas natural y el butano, el gas aumento un 13,8% interanual en Diciembre de 2010 lo que es la friolera de 30 puntos porcentuales (pp) mas que el mismo dato del año anterior. No solo subió el gas natural sino también la factura de la luz que aumentó un 7,9% en Diciembre de 2010 respecto a Diciembre de 2009, esto se enmarca según las eléctricas en la consecución del acercamiento del precio de consumo al coste de generación de la electricidad. Yo más bien pienso que si tenemos que pagar estas subidas de la luz es debido a la privatización de sectores clave como el eléctrico que supone la energía vital de empresas y familias. El coste de generación de la electricidad debería ser como mínimo a precios públicos y subvencionados casi totalmente por el estado a cargo no de los salarios de los trabajadores sino a cargo de los beneficios bancarios y de los grandes capitales, o de la creación de nuevos impuestos que dotaran de mayores recursos a los presupuestos generales del estado.


Ajuste del CPRIV durante la crisis:


El CPRIV es simplemente el consumo privado de las familias y los hogares en España y el BDE hace una pequeña reseña sobre su evolución (o mejor dicho su caída) durante la crisis. En la primera etapa de la crisis el consumo acumulado de las familias ha caído un 5% y la tasa de ahorro ha aumentado hasta el 18% de la renta. Esto se puede explicar por la incertidumbre y el miedo de los trabajadores a perder el empleo, o simplemente a aquellos que lo han perdido y han tenido que consumir menos aún de lo que ya consumían. Evidentemente con una situación de alto desempleo y de bajos salarios tenemos un caldo de cultivo perfecto para justificar cambios en el sistema de pensiones mostrando pírricos datos de ingresos y perspectivas catastrofistas. La renta de las familias es lo más importante de la economía y a la vez lo más delicado, debido a que realmente lo que crea puestos de trabajo no es el empresario, sino los clientes de un producto o mercado, que hacen que haya empresarios que exploten esa capacidad de compra. Lo que determina el empleo es el consumo interno de la economía (sobretodo la española que depende mucho de el) y con políticas de “contención salarial” parece que vamos a pagar con un paro duradero la “competitividad de la economía”.


Cuando los consumidores ven incertidumbre en sus rentas y además restricciones de crédito la tasa de ahorro aumenta para poder mantener niveles de consumo adecuados en el futuro. Esta premisa nos explica el aumento de la tasa de ahorro de los españoles (quienes tengan algo que ahorrar claro está), contrariamente a lo que la lógica nos indica, muchos liberales llevan esta explicación a los extremos atribuyendo al ahorro cualquier incremento de rentas en situaciones de incertidumbre. Es un planteamiento que he comentado antes en el blog, la de aquellos que dicen que no vale la pena dar a los trabajadores ayudas o subidas salariales para aumentar el gasto ya que no irán dichos aumentos al gasto sino al ahorro, para demostrar esta teoría se ponen encima de la mesa datos de caída del consumo. Esto es un planteamiento engañoso:


Cuando se aboga por políticas de aumentos salariales se hace debido a situaciones de paro, crisis, recesión o carestía, evidentemente, situaciones donde el consumo cae, lo que los liberales dicen es “mira, aunque les has dado mas dinero, el consumo sigue cayendo, eso es que se lo guardan”. Lo que ocurre es que el consumo cae siempre en situaciones de necesidad de estímulo salarial (precisamente por eso se hace) pero no debido a que se lo guarden ¡sino al paro o la inflación! Esto es lo que no quieren ver los liberales, o ven y mienten, la forma mas fácil de acabar con esta argumentación es subir los salarios de los trabajadores más para compensar aún más fuertemente la caída del consumo de los parados.

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