miércoles, 14 de abril de 2010

14 de abril

Podría rememorar todo lo que sabemos del período más lúcido y más democrático que ha podido vivir la historia de España. Hacer una defensa y una exposición de todo lo positivo que trajo, de toda la esperanza que alumbró a la juventud, y la igualdad que vislumbraron los hombres y mujeres que la anhelaban desesperadamente, durante ese controvertido lapso de cinco años, truncados por una guerra fraticida.

Como la mayoría más o menos conocemos algo sobre ello, no lo voy a hacer. Pero por lo que no lo voy a hacer realmente es porque ese periodo, que comenzó hace hoy 79 años, no es ahora ya sino el recuerdo del que no debemos olvidarnos, la llama que no debemos dejar apagar, la memoria que aunque no sea nuestra, debemos no dejar morir. Aparte de cada dato objetivo de ese corto pero intenso periodo, lo que debe posarse en nosotros es el fondo de todo aquello.
Debe posarse en nosotros los valores, la ética indiscutible que nació basada en palabras como democracia real, pluralidad, libertades, resurgimiento de la cultura, poesía, intelectualidad, educación, libre desarrollo de las ideas, justicia social ...

Eso significó República.

Y aunque han pasado 79 años de aquello, ese fondo, en nuestro contexto actual, sigue siendo vigente, la voluntad de todo lo mencionado sigue viva, pues sabemos que no hemos conseguido ni hemos profundizado en gran parte de ello, y somos conscientes de lo que sabemos que podríamos ser capaces de lograr.

No se si pasa o no por una bandera tricolor estos anhelos, solo se que sí está en nuestras manos, y también que, muchas veces, los símbolos son los que encierran valores e ideas que hacen resucitar utopías que sí son posibles, y son el motor que mueven muchas mentes dormidas.

2 comentarios:

  1. me ha gustado

    No se si pasa o no por una bandera tricolor estos anhelos, solo se que sí está en nuestras manos

    ResponderEliminar