Vuelvo a escribir después de un buen tiempo en este blog para hablar sobre un pueblo hermano y amigo como el griego que está sufriendo una situación gravísima en lo económico, terrible en lo social y esperpéntica en lo político. El día 19 de este mes de Octubre en plena huelga general de 48 horas el país heleno se paralizó por completo, incluso los obreros de empresas pequeñas se movilizaron, fue apoteósico el centro de Atenas donde casi 250.000 personas se agolparon para protestar ante las políticas que el capitalismo está llevando a su país. Lo que trascendió a nivel europeo de la jornada de huelga fueron los graves enfrentamientos que se saldaron con un muerto y con decenas de heridos entre los agentes provocadores del estado (disfrazados de antisistema) y los obreros que estaban presentes frente al Parlamento. El camarada muerto se llamaba Dimitri Kotzaridi y era un trabajador de la construcción afiliado al sindicato vinculado con el KKE (el Partido Comunista de Grecia), que se apresuro en denunciar el crimen perpetrado por los provocadores y a llamar a los obreros griegos a “ponerse de pie de manera decisiva, a luchar junto al KKE, a unirse a los sindicatos, al PAME y las demás organizaciones radicales que luchan contra la política antipopular”.
El clima de los acontecimientos en Grecia se está tornando oscuro a medida que pasan los meses y evidentemente las medidas de la UE para asegurar los beneficios de los capitalistas no están contribuyendo a la pacificación. Ante este panorama los marxistas hemos de preguntarnos forzosamente si estamos ante una de esas ocasiones en las que el pueblo rompe sus ataduras y da un vuelco al panorama político-económico, o sea: ¿Está viviendo Grecia el preludio de una revolución? Es muy difícil contestar a esto, pero para acercarnos un poco a la respuesta, aunque los acontecimientos son impredecibles, vamos a aproximarnos a la situación por partes. Para que haya una revolución proletaria ha de haber presencia de condiciones objetivas y subjetivas, es decir, hartazgo en lo económico y dirección real en lo político que canalice dicho hartazgo. Ejemplo de esto lo vemos en la revolución rusa, donde la guerra mundial, el hambre y el frío llevaron a los rusos a unirse al partido bolchevique (que según J.Reed, era una “pequeña secta” poco antes de 1917) para lograr desembarazarse del yugo del capital y del gobierno títere de Kerenski.
Empezaremos antes que nada por las condiciones objetivas para continuar con las subjetivas, pero no está de más recordar que son unas y otras brevemente:
Las condiciones objetivas son aquellas que no dependen de la voluntad del hombre, son las circunstancias que están de tal o cual manera por el desarrollo histórico de los medios de producción en una sociedad. ¿Por qué Rusia y España mostraban en el siglo pasado reductos de absolutismo? Porque las condiciones objetivas de dichos países (atraso económico) lastraban el desarrollo social incluso de la clase dominante. Las condiciones objetivas se relacionan con la situación económica y material que tenga el pueblo en un momento dado, y puesto que hablamos de condiciones para una revolución, las objetivas habrán de ser desfavorables para el obrero (hambre, desempleo, inflación, enfermedad, guerra…etc.) Hemos visto que la situación material es lo que conforma lo que llamamos las condiciones objetivas pero, ¿y las subjetivas? Para toda revolución se necesita una clase revolucionaria y para la que se nos viene encima, es el proletariado el protagonista. No obstante, el proletariado es un elemento que puede ser muy heterogéneo, puede haber elementos que se dejen arrastrar por las masas o elementos consecuentes y conscientes, son estos últimos los que han de formar parte de la vanguardia de la revolución, encuadrándose en el Partido. La rabia del pueblo ha de canalizarse por sólidas tablas para que no se diluya o perderá su fuerza torrencial, esta es la labor del Partido Obrero (formado por los elementos más conscientes de dicha clase). Si vamos a 1917, en las jornadas de Febrero y Mayo destacaron obreros como Kajurov, que se convirtió en el gran exponente de la vanguardia en Petrogrado. Podemos resumir que las condiciones objetivas son la situación económica y material, y que las subjetivas son la existencia de una verdadera vanguardia de la clase revolucionaria (en nuestro caso, el proletariado).
Una vez hemos explicado las diferencias entre unas y otras vamos a ponernos en contexto, es decir, a girar nuestras cabezas hacia Grecia, y empezaremos por las condiciones objetivas:
Condiciones Objetivas:
Todos sabemos que los griegos están pasando por la situación más difícil que ha vivido su país desde la Segunda Guerra Mundial (donde lucharon como espartanos en la Línea de Metaxás contra los italianos), pero hay que explicar de dónde viene esta situación para entenderlo. Hay que remontarse al gobierno del sátrapa de Kostas Karamanlis (que viene de una influyente familia de políticos sátrapas como él) para buscar el origen más modesto a esta situación ya que es inmediatamente a la salida de su gobierno donde se descubre el gran fraude que se había cometido. El gobierno de Karamanlis (2004-2009) aplicó las más agudas reformas neoliberales (que al lado de las de ahora parecen hechas por un bolchevique) empezando por la que intentó destrozar el sistema universitario y educativo público de su país, cosa que echó a la calle a miles de jóvenes que protestaban por la alta tasa de paro y la desocupación. En el marco de estas protestas la policía asesinó al joven Alexis Grigoropulos de solo 15 años y desató la ira del pueblo griego en los mayores disturbios que se recordaban. Estas circunstancias llevaron a Giorgos Papandreu (otra saga de sátrapas) al gobierno de la República.
Nada más llegar Papandreu al gobierno se descubrió que las cuentas que Grecia hacia llegar al gran público eran una farsa descomunal; para empezar a nadie le cuadraba como un país con una presión fiscal tan baja, un fraude fiscal tan alto y siendo el mayor importador de armas respecto a su PIB de Europa tuviera un déficit del 3.7%. Evidentemente todo se cayó por su propio peso y el nuevo gobierno reveló que el desequilibrio real entre ingresos y gastos era del 12% del PIB. Ante esta noticia empezaron a llover críticas a los “gandules” y “mantenidos” griegos desde el altar europeo, Alemania, que poco tiempo antes incumplió el pacto de estabilidad y crecimiento sin consecuencia ninguna. Algunas de las lindezas que la prensa burguesa teutona dedicó al país al que habían estado endeudando vendiéndole armas fueron: “han engañado, estafado y vivido la gran vida y ahora están en la bancarrota” o “almenos el gobierno no quiere malgastar más dinero en ellos [cuando se barajaba el primer rescate]”
Es curioso que el causante de tu endeudamiento te diga que has vivido por encima de tus posibilidades ¿verdad? Pues eso ha tenido y tiene que soportar el pueblo de Grecia, sin embargo, estas bravuconadas de gentes que no han trabajado en su vida lo que buscaban era confrontar a los obreros europeos entre sí para enmascarar sus crímenes, y los del principal agente falsificador de las cuentas griegas (y del cual pocos medios hablaron): Goldman Sachs. El mayor banco de inversión del mundo, el que se dedicó a dividir hipotecas y a venderlas por todas partes diciendo que vendía canela en rama, resulta que también ayuda de vez en cuando a los países a falsear sus cuentas macroeconómicas. Dicho banco americano, que según un famoso trader “gobierna el mundo”, ocultó con sus productos financieros miles de millones de la deuda de Grecia “off de market”, cosa que ha quedado en nada en cuanto a responsabilidades penales para los banqueros y políticos que cometieron el fraude, pero que han hecho que los griegos vivan bastante peor que antes. Ante esta situación de insostenible deuda (140% del PIB) y déficit el gobierno de Papandreu fue atacado visceralmente por los mercados que apostaban a la quiebra de la nación, exigiendo intereses excesivos para refinanciar los vencimientos de la deuda que iban cayendo como una losa. Las agencias de calificación bajaban sin parar el rating de la deuda helena que veía como los especuladores estaban acabando de hundir a su país. Esto llevó al primer “rescate” de la UE y aquí empezamos a ver algunas de sus consecuencias.
Para empezar, el rescate se pactó hace tiempo pero la Troika va administrando la droga “a sorbitos”, aunque ya le tenía prometido ese dinero al gobierno heleno continuamente se atrasan los pagos, según dicen, por las discrepancias de algunos miembros de la UE (Eslovaquia, Finlandia…etc.) pero no son más que excusas para que a cada nuevo parón se exijan más recortes y mas privatizaciones (excepto en el comercio de armas). Un ejemplo de esto que digo es el caso del mes de Junio de este año donde se produjo un retraso en la entrega de unos miles de millones que ya estaban comprometidos: ¿Cómo acabó el retraso? Con la obligación del gobierno de Papandreu de hacer recortes adicionales (se privatizaran más rápidamente las empresas estatales y se despedirán progresivamente a 100.000 funcionarios, que ya habían visto muchos de ellos como su sueldo de 800 euros bajaba de un 15% a un 30%). Uno de los grandes beneficiados de las privatizaciones griegas es la patronal germana que hace grandes negocios con la ruina ajena, Deutche Telekom ha adquirido hace poco un paquete del 10% de la OTE (empresa telefónica griega). A parte de las telecomunicaciones también se desmantela el sistema ferroviario nacional que se pone en venta, así como los correos, loterías, empresas de suministro de aguas, electricidad…etc. A todo esto hay que añadir que el desempleo pasó del 11,7% al 15,9% en el último año; un 30,5% de los jóvenes y un 35,8% de mujeres están en el paro. La situación se está tornando delirante para muchos ciudadanos griegos que optan por el suicidio como informó la Vanguardia este mes pasado “los suicidios en Grecia casi se duplican desde el inicio de la crisis”. La verdad es que no es para menos porque estamos llegando a ver cosas que no se veían desde el siglo XIX, el capitalismo se está quitando la careta del estado del bienestar a las bravas.
Como conclusión podríamos decir que las condiciones objetivas para la revolución son presentes en Grecia, hay recortes, deuda, suicidios, desempleo, hambre y desesperación. A esto hay que añadir una situación de ultraje nacional que está calando en la sociedad helena, que ve como sus políticos y clases dominantes, que como en España, se envuelven en la bandera están vendiendo su país a porciones a los acreedores extranjeros.
Condiciones Subjetivas:
Las condiciones subjetivas requieren de una vanguardia obrera fuerte y con experiencia en la lucha que teóricamente ya está conformada en Grecia en el Partido Comunista de ese país (KKE) que es uno de los más antiguos de Europa. ¿El KKE está preparado para encauzar una posible revolución? Pues no lo parece, porque el KKE y el PAME se dedican a pedir elecciones lo antes posible, y aunque es innegable que sus bases están en las calles luchando, parece que las “cabezas” del partido están pacificando. Para empezar esta táctica de demanda de elecciones consigue dos cosas: desviar la atención de parte de la clase obrera de la lucha en la calle y reorientarla en las urnas, legitimándolas, y como segunda consecuencia, el pensamiento de muchos obreros griegos de que lo que quieren sus dirigentes de vanguardia es más asientos en el parlamento.
El papel del KKE debería ser la llamada a la huelga general indefinida hasta la convocatoria de una asamblea constituyente y responsable ante el pueblo para que:
-auditase la deuda y descartara el pago de la ilegítima o la inviable.
-cancelación de los acuerdos comerciales con los países que asfixian al pueblo griego en materia armamentística.
-persecución de los políticos corruptos y los funcionarios que han llevado a la quiebra la nación.
-encarcelamientos de policías y escuadrones de provocadores, además de los funcionarios que les han dado manga ancha.
-levantar el secreto de los tratados con el extranjero y con la banca nacional y extranjera, absoluta transparencia de las cuentas.
-control obrero de la industria y de las comunicaciones estratégicas.
-reformas electorales y sistemas electorales que eviten la burocracia (elegibilidad y revocabilidad del cargo en todo momento).
-reforma de las fuerzas armadas reduciendo su número y su gasto, no es lógico que un país como Grecia tenga 100.000 soldados (11 millones de hab.) y un país como Alemania tenga 200.000 soldados (80 millones de hab.)
-nacionalización de la banca y expropiaciones de las grandes empresas sin indemnización alguna, prohibición de cualquier actividad especulativa en suelo griego.
-llamada de atención continua a los obreros de los países del resto de Europa para que se unan a la revolución iniciada.
Todas estas medidas se tendrían que tomar en el momento más extremo, en el que las condiciones objetivas se hayan agudizado tanto que no se pueda volver atrás, en ese momento: “o la ametralladora barre al pueblo, o el pueblo se apodera de la ametralladora”.
¡VIVA LA LUCHA DEL PUEBLO GRIEGO!
¡ABAJO LAS HIENAS DE LA TROIKA Y DE PAPANDREU!
Muy buen artículo. Aunque quizás habría que mencionar también a Syriza.
ResponderEliminarA modo de nota, me permito recordar que uno de los posibles sucesores de Trichet al frente del BCE es uno de los principales responsables del ocultamiento del déficit griego:Mario Draghi es-director europeo de Goldman Sachs.
Un saludo
fdo:nunglo