No acostumbro a comentar artículos o blogs
ajenos, nunca me ha parecido interesante, ni siquiera entretenido, pero esta
ocasión merece una excepción. Y no la merece por que el artículo en cuestión
tenga que ser señalado, o dado a conocer, sino por todo lo contrario, por su
carácter clasista, hipócrita y abyecto. Con estos calificativos algunos ya sabréis
que me refiero al adalid del “ácido úrico”, al campeón mundial de la retórica más
reaccionaria y clasista, o sea, a Salvador Sostres. Este personajillo (ex
colaborador de Crónicas Marcianas) conocido por frases como “son como lionesas
de crema” o “el mundo menstrúa” ha escrito este pasado 26 de agosto un artículo
en su blog: Guantánamo. Este artículo se titula “El fin de la farsa” y se
dedica a insultar y a calumniar a los jóvenes y desempleados de larga duración.
Así como suena, sin anestesia ni nada. Me pregunto ¿donde están los parados
jóvenes y de larga duración de la zona habitada por este lamebotas de la
burguesía? Y es que añoro aquella Europa donde escribir cosas como las que vamos a ver te podían causar
algún que otro problema. Pero basta de ilusiones y vamos a analizar el artículo
del docto señor Sostres.
Empieza el sesudo análisis de la realidad:
“hemos creado esta
insólita colección de pusilánimes y de vagos, que le llaman mala suerte a la
falta de agallas y achacan a la crisis económica su crisis de honor y de
dignidad.”
Por “colección de pusilánimes y vagos” se
está refiriendo a todos los jóvenes que quieren trabajar y no pueden, lo que no
deja de ser curioso venido de alguien que apenas hizo un año de periodismo y
que ahora se dedica a escribir basura y echarla a una ventilador para
esparcirla por todas partes. ¿Desconoce este señor tan iluminado y que tanto
escribe en su blog que los jóvenes llevamos conviviendo con la explotación
laboral desde antes de la crisis? ¿Es que a caso el 54% de desempleo juvenil se
explica por la holgazanería de la juventud española?
Continuemos
con nuestro ilustre amigo:
“Hay que pelear más
duro, todo el mundo tiene que pelear más duro y es bueno que tantos apalancados
se vayan encontrando entre la espada y la pared.”
Aquí
no solo vuelve a insultar a los desempleados, sino que además, les desea más
desempleo y precariedad aludiendo a que “es
bueno que se vayan encontrando entre la espada y la pared”. Debe de ser que
los jóvenes españoles no nos encontramos ya desde hace mucho entre la espada y
la pared, debe de ser que estamos acostumbrados a trabajos con sueldos
astronómicos, jornadas cortas, sin explotación ni horas extras no remuneradas,
con prácticas y becas por todas partes y con ayudas para el estudio y la
vivienda en abundancia. Es curioso cómo cree el ladrón que todos son de su
condición. ¿Qué parte no entiendes tú, chimpancé, de que la culpa de que tu
querido país tenga niveles de subdesarrollo propios del tercer mundo no es
culpa de los que sufren ese subdesarrollo?
Volvamos
al artículo:
“La mayoría de los
jóvenes afectados, la mayoría hasta ahora holgazanes, no van a tener más
remedio que hallar en su interior lo mejor de ellos mismos para explotarlo y
rentabilizarlo, y convertirse así en ciudadanos de provecho en lugar de
continuar siendo un lastre para la sociedad.”
A
parte de volver a insultar a los trabajadores desde ese aire pestilente y
maloliente que su asqueroso clasismo le proporciona, añade una cosa curiosa,
que los jóvenes parados somos un “lastre
para la sociedad”. Te vuelves a equivocar, príncipe del Gin-Tonic, el
lastre para la sociedad sois vosotros. ¿Qué quienes sois vosotros? La jauría de
periodistas que justificáis el expolio, los crímenes, el maltrato y la
humillación de la clase trabajadora. El lastre para la sociedad es esa carroña
de buitres y de hienas que no aportan más que su avaricia y su robo al país y a
la clase que los mantiene. Sostres, tu formas parte de ese lastre, tu eres el
lastre no solo económico, sino moral de la sociedad. Y un día, los trabajadores
tendremos que soltar “lastres”.
Acabemos
con esto cuanto antes:
“Que cada cual se
enfrente a su destino, lo asuma, y luche por cambiarlo si no le gusta. El resto
es perder, rendirse, vivir sin vivir”
¡Erudición!
¡Qué fácil resulta dar lecciones de lo que es vivir desde la mesa del Bulli! ¡Qué
fácil es juzgar a los pobres, a los explotados y a los trabajadores sin prestación
desde el club de polo! ¿A qué destino te has enfrentado tu Sostres? ¿Cuál ha
sido tu batalla? ¿A qué te has tenido que enfrentar?
Conclusión:
El subdesarrollo mental de un personaje no es impedimento suficiente para que
acabe a sueldo de El Mundo.
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