Los acontecimientos actuales en España están tornándose bastante preocupantes. A la crisis general del capital hay que unir los ataques feroces de la camarilla gobernante a los servicios sociales mínimos que existían en el país (gracias a la lucha sindical y obrera de muchos años). A pesar de que los Felipe González, Aznar, ZP y Cía. nos hayan vendido muchos años que el sistema de bienestar español es una verdadera envidia mundial, los hechos están en su contra. España ha invertido históricamente poco en educación, ciencia, servicios sociales, sanidad…etc. si lo comparamos con el resto de las naciones burguesas de nuestro entorno. Aunque sea todo esto claro como el agua, actualmente, escudándose en la crisis capitalista, nos quitan el ya exiguo bienestar social. Está pasando en todas la comunidades autónomas, la mayoría gobernadas por la derecha reaccionaria, pero que no nos quepa duda que los socialistas burgueses del PSOE hubieran hecho igual. La burguesía ha visto una oportunidad de oro para desmantelar las conquistas sociales de los europeos y americanizar el viejo continente con mutuas y universidades totalmente privadas. ¿Es deseo de los trabajadores que esto sea así? Es evidente que no, pero ¿Qué hacen para evitarlo? Poco pueden hacer. Para empezar, la crisis y la sangría de desempleo que está dejando tiene atemorizados a los ciudadanos, todos temen perder su empleo o no poder pagar el alquiler o la hipoteca. Este miedo atenaza a los obreros de España, de tal forma que tampoco secundan las pocas huelgas que los sindicatos amarillos convocan. El descontento es grande, pero el pueblo no está en condiciones de expresarse. Si a esto le añadimos el control mediático y los millones de euros invertidos en idiotizar al ciudadano, tenemos la mezcla de la pasividad generalizada.
Becas-Wert:
El último ataque parece que va dirigido a la educación pública española, que tiene graves deficiencias históricas (organizativas, de financiación, de promoción…etc.), pero que ha permitido que muchos hijos de obreros hayan podido acceder a una educación de calidad. El ministro de educación (lo dicen en tono de humor) y ex tertuliano del grupo Prisa, José Ignacio Wert, ha lanzado hace bien poco declaraciones incendiarias relacionadas con la materia de su ministerio. Según él: "No sólo hay que revisar el mecanismo de acceso a la beca, sino también el mecanismo de mantenimiento de la misma en dos sentidos: tiene que ser más exigente en cuanto al rendimiento y más sensible a la exigencia". Además de perlas semejantes, también se le vislumbra lo siguiente: “Las becas se han convertido en una asignación no competitiva, es decir, que a partir de un determinado nivel económico se tiene el derecho a una. Es el nivel socioeconómico el que determina la beca y prácticamente no hay condicionamiento en el otorgamiento y la continuidad de la misma respecto al rendimiento.”Aquí ya se empieza a oler ese tufillo almizcleño que el ex asesor del BBVA tiene hacia las clases trabajadoras. El señor Wert, tiene como el principal problema educativo del país que las becas son asignaciones “no competitivas”, o sea, que tienen que ver con el nivel de renta del alumno. Desde aquí denuncio el precario y subsahariano sistema de becas en España, que deja a muchos estudiantes sin posibilidad de acceso, pero es que lo que propone el señor Wert es simplemente aberrante.
Veamos lo que es una beca. Teóricamente es una transferencia del estado a aquellos alumnos que tienen dificultades de movilidad (ya que no viven en la misma ciudad en la que estudian) o de acceso a la universidad por motivos económicos. Esto no creo que nadie lo discuta. Cualquier estudiante sabe lo que cuesta la matrícula, libros, fotocopias, transporte, academias de refuerzo, tasas y de más gastos que hacen que la educación no sea gratuita para nada. La función de las becas es ayudar a las personas con menor renta disponible o con más dificultades añadidas que la media de estudiantes, a sufragar esos gastos, ya que no tienen las mismas oportunidades que los demás. ¿O el señor Wert niega que es más fácil para un estudiante que vive a 5 minutos de la facultad y con estatus alto, que para un estudiante que se desplaza 3 horas diarias en transporte público y encima ha de trabajar para pagarse los estudios? Esto es una verdad universal, hasta un antidisturbios lo entendería. Aún así, el señor ministro parece que niega la realidad y quiere prostituir el sistema de becas y su concesión, dándosela SOLO a alumnos “con mejor rendimiento” sin tener en cuenta las razones de ese “mejor rendimiento”. Esta medida conllevará mayores dificultades de las rentas bajas en la universidad. Los estudiantes hemos de advertir continuamente, sin descanso, de las intenciones de estos perritos lamebotas de la burguesía, que solo piensan en destrozar y apartar de la universidad pública al hijo del trabajador. Hay que plantar cara duramente contra esta medida y contra el resto de medidas de rapiña contra la educación pública (EU2015, supresión de la 2ª convocatoria, subidas de tasas, expulsión de personal docente y PAS, privatización de servicios educativos, entrada de la empresa privada en la universidad…etc.)
Educación cívica y constitucional:
Y aquí llega el elemento de hipocresía más repugnante de los últimos años. Los señores del PP, arengados por la mafia opusdeísta de Rouco y su camarilla de reaccionarios (que callan ante violaciones pero cacarean sobre la libertad) han declarado la guerra a la asignatura “Educación para la ciudadanía” (asignatura impregnada de moral burguesa, como todas). Lo que los señores del gobierno argumentan es que era una asignatura que adoctrinaba (por cierto, los ejemplos que puso Wert para demostrarlo eran falsos). Pero yo como comunista le haría la siguiente pregunta: ¿Acaso el objetivo de la educación burguesa no es adoctrinar en la moral burguesa? ¿Qué más da que se llame Educación para la ciudadanía o Educación cívica y constitucional? Como diría Engels: “esta gente cree poder cambiar la cosa con cambiarle el nombre”. La verdad es que solo el nombre de la nueva asignatura que va a implantar el PP tiene un esperanzador olor a espíritu crítico y librepensador (nótese el tono irónico). Fijémonos bien que pone “constitucional”, esto quiere decir que incluirá aspectos de la constitución burguesa del 78 que vistió el régimen burgués de demócrata. ¿A caso no es esto un modo de adoctrinamiento señores clérigos? ¿Se irán ustedes a manifestar con las fuerzas oscurantistas de su gremio a la plaza de Colon? Me temo que no. Aunque la crítica de un marxista a este tema debería ser la siguiente, es decir, la de Marx y Engels:
“Al igual que para el burgués suprimir la propiedad clasista significa la supresión de la producción misma, de igual forma suprimir la educación clasista es para él idéntico a suprimir la educación sin más […]¿Y no está determinada también vuestra educación por la sociedad?[…] los comunistas no inventan el influjo de la sociedad en la educación; simplemente cambian su carácter, arrancan de ella el influjo de la clase dominante.”
¿Se dan cuenta señores Wert, Rouco, Rajoy y Cía? ¿Se dan cuenta cual es la postura de los comunistas y más pronto que tarde de toda la juventud? Vuestra educación está impregnada de moral burguesa, y pronto no podréis engañar al pueblo haciendo juegos malabares con cambios de nombre a asignaturas idénticas. Llegará el día en que la educación será libre gratuita y vacía de influencias religiosas, burguesas y no científicas, es decir, será una educación popular. Mientras esto no pase hay que denunciar los ataques y los engaños que la clase dominante (véase la asignatura nueva) que solo buscan hacer que la gente entre en conflictos estúpidos con detalles mínimos mientras se desmantela el ya limitado sistema educativo del país. Denunciar los recortes, si, pero denunciar también el carácter moralista de la educación bajo el capitalismo, denunciar su carácter de clase como hicieron Marx y Engels.