sábado, 24 de septiembre de 2011

Jugar con la comida

Desde pequeños nuestras madres nos dicen que jugar con la comida está mal, que no hay que hacerlo ya que es una muestra de mala educación, quizá sea porque la comida es un bien tan sagrado que no se debe frivolizar con ella convirtiéndola en juego. Hay veces que los hijos no hacemos caso de nuestras madres y las contrariamos solo para provocar su enfado, hay veces que lo hacemos sin pensar que lo estamos haciendo, de esto trata el post de hoy. Hay gente que juega con la comida y no sabe que lo está haciendo, pero hay otros que lo saben perfectamente y no solo siguen haciéndolo sino que han hecho de esta “travesura” su medio de vida. La entrada que estás leyendo trata sobre la pobreza y los vínculos que esta tiene con los negocios de otros, es decir, de la llamada especulación alimentaria que alguna vez hemos nombrado en este blog.

El hambre es una cotidianidad en nuestro planeta, la vemos como algo normal, como algo inevitable y es por esta misma razón por la que persiste. No se puede combatir con unas armas que no tienen la confianza del combatiente, es decir, si las políticas que tienen que acabar con el hambre en el mundo son descalificadas desde el establishment, la gente no las contempla como válidas. Si pensamos en hambre, en la que duele en el estómago, rápidamente viene a nuestra mente la castigada África, pero olvidamos los niños de las callejuelas de Tailandia, las favelas de Sao Paulo y los barrios pobres de España. Quizá a más de uno le extrañe el ejemplo que he puesto de España, pero señores, en España existe hambre y además bastante. La UNICEF hizo un informe sobre la infancia en nuestro país comparándola con la europea y el resultado es descorazonador, solo hay 4 países con un riesgo de pobreza infantil más alto que nosotros (Rumanía, Bulgaria, Italia i Letonia). En un país que cuesta un horror instaurar un impuesto de patrimonio porque “graba a las clases medias” existen aún 28000 familias que pasan hambre, y uno de cada cuatro niños está en riesgo de caer en la ignominia. Quizá deberíamos pensar bien si el suelo que pisamos es digno para todos.

Con todo y con esto el problema no es España, sino África, América Latina y Asia donde casi el 70% de los ingresos de las familias se van a sufragar gastos relacionados con la comida y la alimentación. Para ellos una subida del precio del arroz (alimento fundamental de la humanidad) del trigo, o de la soja es un grave problema existencial. Según datos de la FAO, en 2010 el mundo tenía en su vientre a 925 millones de seres humanos que pasaban hambre, además se hacen previsiones catastrofistas de que esta cifra aumentara con el tiempo. El principal causante del hambre en el mundo es el precio del alimento, si este sube el hambre aumenta y si este baja el hambre disminuye, aunque a veces pasa lo contrario. En el 2008 hubo una crisis alimentaria y energética muy aguda que precipitó la crisis económica, al obligar a los bancos centrales a subir tipos y desencadenar los impagos de las subprime. Actualmente estamos en una nueva escalada del precio de los alimentos básicos, después de una relajación de estos tras la crisis del 2008 (véase gráfico). El índice de los precios alimentarios de la FAO indica que en agosto de este año 2011 los alimentos han aumentado un 26% respecto al mismo mes del año 2010, esto es un agregado de todos los alimentos, si vamos uno por uno hay aumentos escalofriantes.


En el gráfico de arriba vemos como la evolución real de los precios de los alimentos ha aumentado brutalmente en el año 2008 y en el 2011.

¿Qué fenómenos causan estas terribles cifras que condenan a una muerte tan velada y silenciada a millones de vidas? Pues las razones son diversas, pero antes de ponernos con la principal vamos a ver una de las falacias que se dicen desde los establishments mediaticos. La falta de alimentos, esta es la mentira continuamente repetida, dice que el planeta no genera suficiente alimento: para desmentir esto se podría decir que el planeta tierra esta preparado para alimentar al doble de la población actual, pero como de esto no se van a creer nada, diremos que según la FAO en el 2010 la producción de cereales fue de 2230 millones de toneladas (la tercera mayor cosecha de la historia) y que el consumo fue de 2260 millones de toneladas (tenemos un déficit de 30 millones de toneladas) que se anula con las 500 millones de toneladas de cereales de reserva existentes. Además, de estos 2260 millones de toneladas de consumo, solo 1500 millones son para consumo humano, el resto es para piensos, combustibles…etc. El problema no es la escasez, sino el reparto de alimentos, hay que priorizar necesidades. Un ejemplo claro es que el 14% de la producción mundial de maiz se utiliza para hacer bioetanol (también debido al alza del precio del petróleo, que hace mas rentable el biocombustible). Parece ser que volvemos a luchar contra los malthusianistas que gritan a los cuatro vientos que no hay comida para todos, los argumentos como hemos vistos son los mismos que Marx utilizó, el problema no es la escasez, sino la producción anárquica del capitalismo y la falta de reparto prioritario. Esto hay que enseñarselo a los delinquentes del Club de Roma y tatuarselo en la espalda.

Una vez hemos visto claramente que no hay escasez de alimentos en el planeta, sino capitalismo que la distribuye según criterios de beneficio y no de necesidad, hay que hablar del objetivo de esta entrada, que es la especulación alimentaria y la influencia que tiene en los precios.

La especulación es algo que puede hacer desde el mayor capitalista hasta el mas pequeño consumidor, se trata de una operación económica que consiste en comprar algo con la perspectiva de venderlo a mayor precio en el futuro. Normalmente se considera especulación aquellas operaciones que llevan a cabo los ejecutores que no saben nada de lo que compran y que no conocen el mercado concreto, o sea, que les da igual especular con comida, que con casas, que con piernas de plástico. En si, toda operación de compro para vender, o sea, de D-M-D es especulativa aunque solo se considera especulativa aquella que no tiene nada que ver con la gestión de la mercancía en cuestión, sino que se centra exclusivamente en la gestión del capital financiero resultante.

Hay tres tipos de especulación en el sector agroalimentario según un informe de “mundubat”:

- El acaparamiento directo:

Esto consiste simplemente en comprar muchísima cantidad de un producto, haciendo que lo que queda en el mercado sea escaso y por tanto valioso, aumentando el precio ya que la oferta ha disminuido sobre la demanda. El ejemplo claro de esto es el que el fondo de inversión (especializado en commodities) Armajaro nos dio en 2008 comprando el 7% de la producción mundial de cacao y retirandola del mercado. Al verse la oferta de cacao disminuida en un 7% y mantenerse la demanda estática, el precio del restante 93% de la producción aumentó de precio.

- - Las operaciones con futuros:

Este es el mas común ya que el método del acaparamiento directo solo está en manos de hedge funds muy poderosos, en cambio este está al alcance de mas gente al necesitarse menos capital inicial para la operación. Este mecanismo consiste en que el agricultor acuerda un precio por el que va a vender su cosecha en el año siguiente y lo firma en un papel, lo que pasa es que este papel se pone en circulación en las bolsas de materias primas de Londres, Hannover y Nueva York. La evolución de la cotización de estos contratos de futuros (que son papelitos, no lo olvidemos) influye en el precio de los alimentos ¿Cómo? Si por ejemplo yo soy un agricultor y actualmente vendo mi cosecha a 100€ la tonelada, sacaré dinero, pero sacaré mucho mas dinero si hago un contrato de futuro con un especulador que me dice que me paga 200€ dentro de 3 meses. Evidentemente el agricultor (calculando costes de almacenaje) contrata este futuro a tres meses y se reserva la producción de su cosecha, retirandola del mercado y aumentando el precio de la que si lo está. El efecto es como el de un acaparamiento directo, pero mucho mas a pequeña escala.

- - Ingenieria Financiera:

Los hedge funds, que para que nos entendamos son un club de millonarios cerrado al público opera gran cantidad de millones en los mercados de futuros y en los de acaparamiento directo.

Mucha gente justifica el papel de los fondos especulativos y de los contratos de futuros al decir que de esta forma se “reparte el riesgo” . Decir esto es decir una estúpidez similar a la que decían aquellos que revender hipotecas por todo el mundo hacía sostenible el sistema porque “repartía el riesgo”. Los principales interesados en que haya riesgo y haya volatilidad de precios donde poder moverse son los usuarios de estos fondos de inversión.

Lo que hay es que priorizar la soberanía alimentaria, dedicar la producción de alimentos a la alimentación y buscar la racionalidad de la producción teniendo como objetivo la satisfacción de las necesidades humanas y no de las carteras de unos pocos. Por último yo procesaría por crímenes contra la humanidad a los grandes propietarios de hedge funds y a los que les dan cobertura, así como los responsables de los paraísos fiscales donde llevan sus beneficios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario